(Reuters) - La posibilidad de que la temporada de la NBA comience en algún momento de los próximos meses pareció disiparse rápidamente después de que las maratonianas negociaciones entre propietarios y jugadores finalizaran esta semana sin llegar a un acuerdo.

Si acaso, la brecha entre ambas partes en la larga disputa por los derechos laborales parecía más grande que nunca, a pesar de que hubo indicios anteriores de que se estaba alcanzando algún progreso en las negociaciones en Nueva York con el mediador federal George Cohen.

Cuando las negociaciones se paralizaron finalmente el jueves por la noche tras un total de 30 horas de discusiones durante tres días, el lenguaje corporal de ambas partes escenificaba el punto muerto.

"Nos hemos agotado mutuamente", dijo a los periodistas con gesto adusto Peter Holt, presidente del comité de relaciones laborales de la NBA. "Estamos donde estamos y ellos están donde están".

El vicecomisario de la NBA Adam Silver, sentado junto a Holt, dijo: "En última instancia, hemos sido incapaces de cerrar la brecha que separaba ambas partes. En este momento, no hay más negociaciones previstas con el sindicato".

A ambas partes las separan dos asuntos clave, la división de las ganancias relacionadas con el baloncesto y la estructura del sistema de tope salarial.

Los propietarios de la NBA aseguran que la liga perdió 300 millones de dólares (216 millones de euros) con 22 de los 30 equipos en números rojos, y las demandas iniciales de los jugadores recortaban su cuota de beneficios del 57 al 47 por ciento respecto al anterior convenio colectivo. También se oponen a un tope salarial fijo y unos contratos más cortos.

Los jugadores ofrecieron reducir su cuota del 57 al 53 por ciento, y bajaron hasta el 52,5 el jueves.

Eso no es suficiente para los propietarios, que han propuesto formalmente un reparto del 50-50.

"Y ahí es cuando todo terminó", dijo Silver sobre la abrupta paralización de las negociaciones tras cinco horas de discusión el jueves.

REGUSTO AMARGO

El presidente de la Asociación de Jugadores Derek Fisher se quedó con un regusto amargo en la boca.

"Quiero dejar claro que antes os han mentido", dijo a los periodistas. "Es simple. Hemos pasado los últimos días haciendo nuestro mejor esfuerzo para intentar encontrar una solución. No una que fuera necesariamente una victoria para ambos".

"No sería un triunfo para nosotros, no sería un triunfo para nosotros pero haría que volviera a empezar el juego y que nuestros chicos volvieran a la cancha, nuestros vendedores volvieran al trabajo, los estadios se abrieran y estas comunidades se rehabilitaran".

La pretemporada y las dos primeras semanas de la temporada ya han sido canceladas por el prolongado cierre patronal que comenzó el 1 de julio después de que propietarios y jugadores no consiguieran alcanzar un nuevo acuerdo colectivo.

Fisher, que juega en Los Ángeles Lakers, afirmó que los propietarios habían retratado incorrectamente al sindicato asegurando que habían puesto condiciones para acudir a las negociaciones.

"De ninguna manera hemos dejado implícito de que no estemos aquí para seguir negociando", añadió. "De ninguna manera hemos equiparado una parte a la otra. No hemos puesto condiciones a nuestro tiempo y esfuerzos aquí".

"Seguimos expresando nuestra voluntad de negociar sobre la brecha igual que en el sistema. Nunca hemos dicho que si no estaban dispuestos a llegar al 52,5 para nosotros terminarían las negociaciones".

Los propietarios de la NBA parecían estar más preocupados por intentar encontrar una forma de dar a todos los equipos de la liga la oportunidad de ser rentables.

"Queremos que los 30 tengan una oportunidad, nada garantizado, pero una oportunidad de ser competitivos y hacer dinero".