Los procesadores de números han llegado a una inesperada conclusión sobre la decisión de la NBA de no comenzar esta temporada: Unos cuantos ganarán dinero.
Dado que los propietarios de la NBA y los jugadores han roto esta semana las negociaciones, se han incrementado las posibilidades de que se cancelen más partidos, si no la temporada entera, frustrando a los aficionados desde Miami a Los Ángeles.
Son malas noticias para los empleados de los pabellones, las emisoras de televisión y los restaurantes y pequeños negocios que dependen de los partidos para atraer clientes.
Pero para los aficionados que gastan en conjunto 170 millones de dólares (122 millones de euros) al año en comprar entradas para los partidos de la NBA hay un consuelo en este cierre, aunque sea pequeño.
A los poseedores de entradas para los New York Knicks, por ejemplo, se les reembolsa el dinero de cualquier partido que no se celebre, más un 1 por ciento anual en intereses en su cuenta con el equipo. Para todos aquellos que prefieran invertir el dinero en las entradas para la próxima temporada, los Knicks han ofrecido el pago de unos intereses del 2 por ciento.
Los Ángeles Lakers ofrecieron una cuota de interés aún más elevada, un 5 por ciento.
Algunos expertos consideran que los partidos cancelados no son, sin embargo, tan malos para los equipos de la NBA, particularmente para los que suelen perder dinero durante la temporada. Aunque pierden los ingresos por venta de entradas, no tienen que pagar los mega-salarios a sus jugadores.
"La ironía es que hay unos cuantos equipos que perderán menos dinero sin jugar que si jugaran todos los partidos", afirmó Marc Ganos, presidente de la consultoría deportiva Sportscorp, señalando a equipos como los Minnesota Timberwolves y los Hornets de Nueva Órleans
Otros que podrían beneficiarse del parón de la NBA son la NCAA y la Liga Nacional de Hockey, que luchan por atraer de nuevo a los aficionados tras sus propias disputas laborables.
EL GRAN NEGOCIO
Para la mayoría, sin embargo, los costes del parón serán dolorosos, y equipos como los New York Knicks perderían más de 200 millones de dólares si se cancelara la temporada. Y están los pabellones, concesores de licencias, bares, emisoras de televisión y parkings que cuentan con la NBA para obtener beneficios.
"Cuanto más dure el parón, más partes se verán afectadas", dijo Ganis.
Esta semana en Memphis, hogar de los Grizzlies, el ayuntamiento aprobó una resolución para explorar varias opciones, incluyendo una demanda por parte de la ciudad, para recuperar el dinero perdido por el parón.
Para las emisoras de TV, la ESPN y la ABC de Walt Disney, así como la TNT de Time Warner emiten los partidos de temporada y los playoffs de la NBA, y tendrán que buscar otras formas de rellenar el hueco dejado por los partidos cancelados. También podrían tener que renegociar los acuerdos de publicidad.
Lo que suceda antes del 1 de enero determinará si se puede salvar la temporada, afirmó Ganis. Si las negociaciones se desplazan a 2012, la temporada estará más cerca de cancelarse.
Si eso sucediera, los aficionados probablemente reaccionarían enfadados con ambas partes de la disputa financiera, particularmente si tienen que preocuparse por sus propios trabajos, hogares y planes de pensiones. Entonces se convertirá en una cuestión de si podrán perdonarlos.
Fuente: