En un enfrentamiento entre equipos de conferencias distintas y con aspiraciones diametralmente opuestas llegó el lío. Los Suns recibieron este miércoles a los Pistons y la noticia se produjo incluso antes de que el balón estuviera en juego. Un careo en el túnel de vestuarios entre dos jugadores terminó con un puñetazo. Según la versión que da la franquicia local, y que será revisada por la Liga con la ayuda de las cámaras del pabellón de Phoenix, en la llegada de los jugadores para hacer su rutina previa al partido Isaiah Stewart, de los Pistons, desafió a Drew Eubanks, de los Suns, y le propinó un golpe en el rostro tras un pequeño careo. Fueron separados por la seguridad que tiene contratada el edificio y de ahí al cruce en pista.

 

 

Stewart, por situarle, no es nuevo en este tipo de situaciones. El pívot de 22 años se dio a conocer, más que por su calidad de cara al aro, por un altercado con LeBron en Detroit en 2021. Allí, después de recibir un golpe en la cara, tuvo que ser reducido por casi toda la plantilla de su equipo al querer devolvérsela al rey de Akron. Y, con querencia a los pasillos, se fue corriendo por los túneles de aquel recinto intentando encontrar a James y recordárselo. Una secuencia espantosa para los espectadores que no se ha vuelto a repetir simplemente porque las imágenes aún no se han hecho públicas. Sin embargó, le marcó: se le recuerda por ello.

Tras el incidente Eubanks aseguró sentirse bien como para disputar el encuentro. En él jugo dieciocho minutos. Stewart no iba a jugar igualmente, ya que arrastraba un problema en el tobillo izquierdo, pero además fue detenido por la Policía de Phoenix por asalto.

El jugador de los Pistons está en libertad, simplemente fue denunciado en el marco de una investigación que también tendrá a las autoridades de la ciudad, no sólo a la Liga. Eubanks explicó a la prensa allí presente que no hubo ninguna provocación de su parte.

Stewart, con este modo de proceder, empañó totalmente el partido que su equipo disputó en Arizona. Que, por reserñarlo ya, perdieron 116-100. Una faena de aliño de los Suns no exenta de su dosis de polémica dentro del encuentro, del que Devin Booker salió expulsado por doble técnica. Con el 70-41 al descanso todo pareció sentenciado y efectivamente así fue. Kevin Durant, el máximo anotador de la noche, no hizo acto de presencia en el último cuarto porque no fue necesario. Cómo está funcionando ese trío con el mencionado Booker y con Beal, en días de menos exigencia como éste pero también en otros en los que el aire da menos de cara.

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Nuggets 98 - 102 Kings

Los Kings desarmaron en sólo tres minutos a los Nuggets. El campeón recibió en casa a uno de los rivales más rocosos de la Conferencia Oeste y así se probó. Con un parcial considerable en esa última fase del encuentro los de Mike Brown se hicieron con la victoria. Trece puntos de los que diez hay que apuntárselos a De’Aaron Fox, que volvió loca a la defensa de los de Colorado, y tres a un tiro exterior de Harrison Barnes. El base terminó con 30 puntos como máximo anotador de la noche, que no destacó por el aspecto ofensivo. Sólo es la quinta derrota local de los Nuggets esta campaña.

 

Pelicans 133 - 126 Wizards

Los Pels se han visto beneficiados por el calendario en esta previa del All-Star y lo han aprovechado. Han sacado tres triunfos consecutivos. El último, ante los Wizards, que solo han ganado nueve partidos en toda la temporada. Y eso que tuvo la noche el israelí Deni Avdija: 43 puntos y 15 rebotes, con un 13/24 en tiros que incluye seis triples anotados. Sin Kyle Kuzma en la alineación, la masa anotadora recayó en él. En defensa no se supieron controlar y le hicieron el trabajo a NOLA, que no le hizo ascos a tal ayuda. En los dos últimos minutos, con el partido en un puño, los locales sólo se dedicaron a anotar tiros libres... y con eso ganaron. Mala praxis de los de Keefe. El mejor de los Pelicans fue, con 36 tantos y sólo seis fallos, Zion Williamson.

 

 

Grizzlies 121 - 113 Rockets

Los Rockets se quedaron sin el triunfo en Memphis. Equipos parejos en la clasificación, pero con aspiraciones claramente distintas. Por eso lo más valorable es el aspecto negativo que tiene la derrota para los texanos, que eran los que más la necesitaban de los dos. Y ni con un escandaloso registro de 22 rebotes ofensivos. Los Jackson, uno con 20 puntos y el otro con 18, ayudaron a rebajar ese efecto y hacer buenos los 15 triples de su equipo. Más acierto local que visitante. Aldama, titular y siete puntos. Los Grizzlies se dan una alegría después de haber perdido nueve.