Se acerca el inicio de la NBA y en DBasket empezamos las previas, que iremos dividiendo -y nunca mejor dicho- por Divisiones. Turno para la División Sureste, una de las menos atractivas a priori –solo dos equipos en playoffs la temporada pasada, y eliminados en primera ronda– pero también con un nivel medio considerable. La Sureste, como su propio nombre indica, agrupa a franquicias de esa zona del país, dentro de los estados de Florida (Miami Heat y Orlando Magic), Carolina del Norte (Charlotte Hornets) y Georgia(Atlanta Hawks). También a los Washington Wizards, que por distancia tendrían que estar en la Atlántica pero al haber ya cinco equipos se quedan en la Sureste.
Pero más allá de la geografía, podríamos colocar un cuerpo en el medio de las cinco franquicias y explicarlo todo desde ahí, cual sistema solar. El cuerpo no es pequeño precisamente: hablamos de los más de 210 centímetros de Dwight Howard. Habrá quien piense, y no le falta razón, que es demasiado honor para el pívot a estas alturas de su carrera. Pero lo cierto es que puede servirnos para explicar el pasado reciente de (casi) todas las franquicias de la División.
Washington Wizards
Howard llevó a los Magic a las Finales en 2008 y la franquicia no ha vuelto siquiera a asomarse a ser competitiva desde su marcha. Hawks y Hornets intentaron estos dos últimos años encontrar una versión útil del pívot, lo mismo que harán los Wizards esta temporada que entra (veremos qué ocurre en Washington, por que para las otras dos franquicias fue otra prueba del quiero y no puedo que ha dominado su pasado reciente). Con los Heat hay que forzar los hechos, pero un 80% de compatibilidad bien vale el esfuerzo. Digamos que les falta el Howard de Orlando, pero sí parecen tener al de los últimos años en Whiteside. El de Miami pide un reconocimiento mayor al rendimiento que devuelve, algo que en Atlanta y Charlotte debería de sonarles familiar (no ha quedado tan tan mal al final la cosa).
Tercer equipo en tres años para Dwight sin salir de la misma División. Solo le falta Miami (Foto: AP)
Lo cierto es que, por mucho que sea fácil, divertido y en gran parte justificado reírse de Dwight, su fichaje por lo Wizards es bastante bueno. Es mejor jugador que Gortat, y el contrato que ha firmado -–11 millones por dos años, el segundo opción de jugador– es representativo de su estatus actual en la liga. Falta que él se entere. Los capitalinos se trajeron a Austin Rivers a cambio del pívot polaco, y también a Jeff Green, al joven Thomas Bryant y al novato Troy Brown Jr., decimoquinta elección del pasado Draft (Howard, Rivers y Green bien podrían formar su propio meme team). En Washington tienen mejor banquillo, su gran debe, que en temporadas anteriores, aunque lo importante será que sean protagonistas por su juego y no por problemas de vestuario (y Howard no es el jugador que inspire más confianza en este aspecto). Con la actitud adecuada y una pizca de la siempre necesaria suerte, podríamos estar ante el tapado de la Conferencia Este.
Miami Heat
Miami es el otro equipo de la Sureste que jugó playoffs la temporada pasada. Más allá de las renovaciones de Ellington, Derrick Jones Jr. y Haslem y Wade como veteranos y guardianes de las esencias, el resto de movimientos han sido contratos de valor mínimo a jugadores como Malcolm Lee, Malik Newman o Briante Weber. Su mejor fichaje será la vuelta de Dion Waiters tras su lesión de tobillo y su mayor motivación despedir a Wadecomo se merece. A la espera de ver cómo se resuelve la situación de Whiteside, que tocó fondo en los playoffs pero sigue cobrando y reclamando reconocimiento de estrella, los Heat volverán a fiar su éxito a su disciplina y a una plantilla con muchas alternativas, aunque sin ninguna estrella de primera línea.
Dragic vs Kemba. Si algo abunda en la Sureste es el nivel de los bases (Foto: nba.com/heat)
Charlotte Hornets
Los Hornets serían el tercer equipo de la división en cuanto a aspiraciones y posibilidades. Con Kemba Walker y su futuro en el centro de su universo, los de Charlotte, ahora entrenados por James Borrego, buscarán su lugar en la liga. Mucho dependerá de lo que ocurra con el base neoyorquino: con él pueden luchar por entrar en playoffs, mientras que si saliera parecen abonados al tanking. Sus incorporaciones este verano han sido Tony Parker, Bismack Biyombo, Devonte’ Graham y el novato Miles Bridges. Una plantilla con mimbres para competir aunque un tanto corta en calidad y alternativas, que tendrá muchas dificultades para soportar cualquier contratiempo.
Orlando Magic
Para Orlando y Atlanta las previsiones son más claras. Equipos en reconstrucción que se irán encontrando a sí mismos mientras acumulan derrotas, y se terminarán de encontrar del todo cuando estas se traduzcan en una de las picks más altas del próximo Draft. Los Magic van por delante en el proceso –ya les vale, llevan en él desde que Howard se fue en 2012– y existe un universo en el que logran colarse en playoffs. Pero en la inmensa mayoría de universos previsibles la temporada servirá para que Aaron Gordon, Jonathan Isaac y Mo Bamba se acostumbren, primero, a jugar, y segundo, a hacerlo juntos. Kilómetros de brazos y mucho potencial y versatilidad a la espera de incorporar a algún jugador de nivel en las posiciones exteriores.
Atlanta Hawks
Para Atlanta los objetivos son directamente inexistentes. Lloyd Pierce se estrenará como entrenador jefe con una plantilla de calidad no mucho mayor a las que tenía en Philadelphia como asistente durante los años del Proceso. Los Hawks quieren implantar un estilo de juego y de trabajo, por lo que esta temporada las victorias no serán algo que tengan en cuenta. Si acaso para mal, si limitasen sus opciones en el sorteo del Draft. Atlanta es el único equipo de la liga que va a tanquear desde el principio. Es algo que, hecho bien, será positivo para su futuro. Y, con el previsible aumento de ritmo de juego e intentos desde la línea de tres, podría hacerlos un equipo razonablemente divertido de ver esta temporada. Atención al trío de novatos de Trae Young, Kevin Huerter y Omari Spellman, así como a la progresión de Taurean Prince.
La División Sureste presenta una serie de equipos e historias a seguir que, si bien acabarán diluyéndose entre otras más potentes alrededor de la liga, justifica una atención y un interés propios. Un posible equipo aspirante en los Wizards, equipos peleones en Miami y, quizás, Charlotte, una serie de All Stars como Wall, Beal, Dragic, Kemba, igual Otto Porter y Aaron Gordon con un pequeño saltito extra este año, o novatos top como Young o Bamba. No está mal para la División menos llamativa de la liga, lo cual habla del excelente estado de salud de la NBA como competición.
