Anelys Torres, MD: "Lesiones del ligamento anterior cruzado en básquet femenino"

 

Anelys Torres, MD: "Lesiones del ligamento anterior cruzado en básquet femenino"
viernes, 2 de diciembre 2011

La rodilla es una de las áreas más afectadas en las mujeres baloncesitas. Las lesiones de la rodilla son el 91% de las razones por las que una baloncelista tiene que interrumpir de repente su temporada y son el 94% de la causas por las que una baloncelista tiene que operase.  Las lesiones de rodilla ocurren a mayor frecuencia en las mujeres baloncelistas que en los varones.  Hay estadistas que encuentran que las mujeres desarrollan las lesiones de rodilla de 4 a 6 veces más que lo varones atletas.

La lesión de ligamento anterior cruzado en las mujeres baloncelistas es muy común y se puede deber a mecanismos de contacto o de no contacto.  Los mecanismos de no contacto son responsables de 2/3 partes y se deben a una deceleración antes de cambiar de dirección o al aterrizaje de la rodilla completamente estirada o hasta 20° de doblada. Las razones por las cuales se han visto más frecuentemente las lesiones en mujeres baloncelistas que en los varones ha sido explicado por razones  ambientales, anatómicas, hormonales y biomecánicas. Una causa ambiental es cuando una atleta usa de manera preventiva de rodilleras y esto la predispone a  mayor riesgo de lesiones. Entre las causas anatómicas está que la mujer baloncelista tiene un ángulo Q (Fig. 1) mayor, una muesca o hendidura femoral más estrecha (Fig. 2) y mayor movimiento en las mujeres atletas más que en los varones. También la disminución en la fuerza del ligamento y la falta en activar los músculos apropiadamente por los cambios hormonales en los ciclos de la mujer se han propuesto como parte de las razones por las que las mujeres baloncelistas se han visto más afectadas.

Se ha encontrado que en el ligamento anterior cruzado de los humanos existen receptores de estrógeno y de progesterona y por eso, se realizan estudios para determinar los detalles por los cuales los cambios en el ciclo hormonal pudieran tener que ver con el aumento en la incidencia de lesiones en las mujeres baloncelistas.  La cuarta razón es por desbalances biomecánicos o neuromusculares como la dominancia de ligamento en donde ocurren posiciones menos ventajosas durante el brinco o cuando se aterriza,  la dominancia del cuádriceps  (los músculos del frente del muslo) por encima de los isquiofemorales (los de atrás del muslo) y la dominancia de la pierna que produce un desbalance en la fuerza muscular y el reclutamiento o activación de los músculos de una pierna más que de la otra, produciendo esto un estrés mayor en la rodilla de esa pierna.  Sin embargo, el hecho de que hay una dominancia de pierna no ha demostrado que sea ese el lado de la rodilla que se siempre se afecta. Se ha encontrado que el entrenamiento neuromuscular puede reducir un 62% el desarrollo de lesiones serias de rodilla y puede reducir su desarrollo a niveles similares que en los hombres baloncelistas.

Regularmente no se realizan las medidas de estos factores predisponentes antes de que las atletas comiencen su entrenamiento porque no existe un método sencillo para hacerlo.  Pero si se pudiera medir el ángulo Q producido durante la caída vertical después de un brinco a una altura máxima y cuando la atleta cayera libre verticalmente,, se pudieran identificar las pacientes a riesgo de lesionarse y mejorar o diseñar un nivel de entrenamiento que pudiera reducir la posibilidad de lastimar el ligamento anterior cruzado.  De la misma manera, el corregir los desbalances musculares debería reducir el riesgo de este tipo de lesión.

Pues bien, unos de los mecanismos de no contacto para lastimarse el ligamento anterior cruzado  (Fig. 3 y Fig. 4) en los atletas de ambos géneros es en que se rote la pierna hacia fuera cuando el pie está fijo en el suelo y  el que la rodilla se estire más de la cuenta.  También hay casos en los que al posar el pie en el suelo, la rodilla no está lo suficientemente doblada y el músculo del cuádriceps o de la parte anterior del muslo, está pobremente contraído o es pobremente utilizado.



El ligamento anterior cruzado se encuentra en la mitad de la rodilla y evita que el hueso de la pierna llamado tibia se desplace al frente del hueso del muslo o fémur.  También provee estabilidad en rotación o en el giro de la rodilla.

En algunos casos las lesiones del ligamento anterior cruzado pueden estar acompañadas con lesiones de otras estructuras como el ligamento medial colateral y el menisco medial (FIg. 3). Los mecanismos  para lastimarse el ligamento cruzado anterior además de cuando la atleta produce una deceleración o parada de repente, es el pivotear, aterrizar de un brinco o sobre estirar la rodilla.

Personas que no practican deportes pudieran funcionar normalmente con un ligamento anterior cruzado roto. Sin embargo, lo atletas usualmente se quejan de que la rodilla está inestable y cede con actividad física.  El tener un ligamento anterior cruzado roto con síntomas pudiera provocar cambios tempranos de artritis en la rodilla.

Algunos de los síntomas son el sonido que se origina en la rodilla al momento de la lastimadura, que se hinche la rodilla dentro de las primeras  6 horas del accidente, dolor especialmente cuando se trata de afirmar con la pierna afectada y la inestabilidad en la rodilla.  El tratamiento inmediato debe ser inmovilizar la rodilla, elevar la pierna, poner frío y utilizar medicinas para controlar el dolor.   También la atleta debe descansar del deporte y visitar  a un médico.  El médico entonces determinará si la atleta necesitará equipos para ayudarle a caminar, si necesitará estudios radiológicos específicos, terapia física o cirugía. Si el pie pone muy frío of se pone violáceo después de la lastimadura, el atleta deberá ser llevado a una sala de emergencia para determinar si ha ocurrido una dislocación con afectación de la circulación de la pierna.

Si se identifica que ay alguna lesión del ligamento anterior cruzado como puede ser un esguince o ruptura parcial del ligamento, el tratamiento pudiera ser uno conservador y luego de pasar por el período más agudo, entonces se busca restablecer el movimiento normal, control de balance, normalizar la forma de caminar, y el fortalecimiento de los músculos que dan soporte y estabilizan la articulación durante las actividades regulares.  Después será importante empezar un programa intensivo de rehabilitación que incluya entrenamiento y reeducación neuromuscular para restablecer el balance.  Si ha ocurrido un daño extenso en atletas que continuarán desempeñándose  en un alto nivel competitivo, usualmente la reparación por cirugía es necesaria para poder alcanzar el nivel de función previo.

Una vez la lesión existe, hay que proseguir con el tratamiento como indicado, sin embargo, lo ideal sería evitar lesionarse y es por eso, que el período de entrenamiento en donde se enfatiza en fortalecimiento de los músculos cuádriceps e isquiotibiales  para lograr aumentar la tolerancia y resistencia de los músculos con ejercicios y de la misma manera es importante desarrollar buen control neuromuscular para que los músculos que proveen la estabilidad sean capaces de tolerar la actividad con menor exposición a daño.

 

Referencias:
- Ford, K. R., et al. Valgus Knee Motion During Landing in High School Female and Male Basketball Players.  Medicine & Science in Sports Medicine. 2003. P. 17545-1750.
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//fisioentrevias.files.wordpress.com/2011/01/anguloq.jpg
- //www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/article/001074.htm
- Peterson, L., Renstrom P. Sports Injuries Their Prevention and Treatment. Mosby Year Book. Mo. 1986.


Anelys Torres de Trinidad, MDFIBA Américas
Fisiatría, Electrodiagnóstico, Acupuntura Médica
Paraná #1672 El Cerezal 
Río Piedras, PR 00926


Fuente:

//fibaamericas.com