Sorpresas y decepciones del Grupo C

Antes de empezar el campeonato en Lituania, a la hora de considerar las opciones de cada selección, Grecia y Croacia eran las principales favoritas a quedar con el mejor balance al final de la primera fase. Así empezaron en la jornada inicial, pero dejando más dudas que otra cosa. Y Croacia fue la primera en dejar a la luz sus problemas defensivos y la falta de hombres interiores que ayudaran a un irregular Tomic. Bogdanovic les salvó los muebles en la primera jornada, pero el alero fue de más a menos (igual que Dasic en Montenegro) y finalmente los croatas acabaron jugandose un todo o nada con una de las selecciones contra las que es menos aconsejable este tipo de partidos. Grecia tiró de oficio, sacó adelante una primera fase comprometida y aunque pasa con una victoria y una derrota, ha podido ir creciendo y parece haber encontrado soluciones a las ausencias de Diamantidis, Spanoulis y Papaloukas.

Bosnia, Croacia y Montenegro, el problema de la dependencia.

Las tres selecciones que han quedado eliminados han sufrido, en gran medida, los apagones de sus mejores jugadores. Montenegro sólo ganó el encuentro en el que Dasic deslumbró a propios y extraños. Luego, sólo respondió Pekovic y algunas pinceladas tanto de Omar Cook como de Dragicevic o Jeretin. Les falta acoplarse de cara a futuros campeonatos, tienen un grupo de jugadores muy jóvenes donde destaca Vucevic y a buen seguro darán qué hablar en próximos torneos. Tendrán que aprender la lección de lo que han vivido en Lituania, pero en cuanto al presente se esperaba algo más de ellos. Por lo menos, hacer mejor papel que Finlandia o Macedonia, entre otras. Otra selección que ha dependido excesivamente de su estrella ha sido Bosnia. Y es que la influencia de Teletovic ha sido tremenda. Si el del Caja Laboral estaba acertado, era victoria para su selección. En cambio, los tres partidos en los que no pudo pasar de los diez puntos y se le hizo pequeño el aro en el tiro exterior, Domercant y Djedovic no fueron suficiente. Sin Teletovic, no había victoria bosnia. Y así, han quedado fuera. De todos modos, la gran sorpresa ha sido Croacia, ya que a falta de dos jornadas parecían tenerlo casi todo hecho. Habían caído ante Macedonia debido a un recital de McCalebb (para variar), pero tenían en su mano la segunda fase sin necesidad de luchar el pase con Grecia el último día. La relajación defensiva y el exceso de confianza ante Bosnia lo pagaron caro. Y es que con buenos jugadores por fuera como Popovic, Draper o Bogdanovic, más Tomic en la zona, todo hacía indicar que podían haber superado esta primera parte del campeonato sin problemas. Pero no ha sido así y pese al talento de su plantilla, Croacia acaba el Eurobasket con la sensación de poder haber hecho mucho más.

Macedonia y Finlandia, por encima de lo esperado.

Macedonia perdió el primer partido en la prórroga, donde echó demasiado de menos a su mejor jugador: Bo McCalebb. A raíz de esa derrota ante Montenegro, el cuadro macedonio creció en confianza a pasos agigantados. Y buena parte de culpa la tuvo el propio McCalebb, que guió a los suyos al triunfo en la segunda jornada ante Croacia. Esa victoria aumentó la fe del grupo, Antic y Gecevski se unieron al base nacionalizado y el punto culminante fue la gran actuación ante Grecia. Macedonia ha acabado primera de grupo por méritos propios, ganando a las dos presumibles favoritas y con un director de orquesta excepcional. Probablemente, el mejor base en lo que llevamos de campeonato, aunque el cartel de Parker o Teodosic sea superior. La realidad es que el macedonio se ha convertido en la referencia del equipo, está en forma, con confianza, y ha ayudado a sus compañeros a creer en sus posibilidades. Más o menos, lo mismo han hecho Koponen y Koivisto en Finlandia, aunque en menor escala. Los escandinavos llegaron en muy buena forma a Lituania, han jugado con descaro, intensidad y confianza, lo que les ha llevado a sumar dos victorias que les han metido en la segunda fase cuando lo tenían realmente complicado. Gran nivel, buen baloncesto, fuertes en defensa y dejando que los Lee, Salin, Koponen y compañía respondan en ataque. Con las ideas claras y sin creerse inferiores a nadie. Ahora, en la segunda fase, lo tienen más difícil todavía, pero si se descuidan Rusia o Eslovenia pueden darles un susto. Finlandia puede ser juez en cuanto a los cruces, pero para estar en cuartos tendría que ganar, como mínimo, dos de los tres partidos de la segunda fase.

Grecia, luces y sombras.

Calathes, Zisis, Vasileiadis, Fotsis y Koufos. Al margen de estos cinco jugadores, que son la referencia ofensiva para Zouros, hay poca cosa más en el cuadro heleno. Bourousis ayuda mucho en el juego interior, Bramos y Papanikolau han ofrecido destellos, pero la realidad es que el nivel de Grecia no es el de otros campeonatos en lo que a calidad individual se refiere. Las bajas son realmente importantes, pero aun así sólo cayeron con la revelación del Eurobasket y, si todo sigue su cauce normal, estarán en los cuartos de final. Han tenido la suerte de que el cruce es, dentro de lo que cabe benévolo. Han evitado a Francia, Serbia y compañía, que están con España, por lo que continuarán creciendo, pero esta Grecia es una selección venida a menos, con mucho carácter competitivo, pero sin la calidad de años anteriores. Y esa calidad será la que tenga que aparecer en los partidos importantes. Mientras tanto, el equipo avanza en el campeonato, va encontrando soluciones en ataque y a buen seguro continuará siendo pegajosa en defensa.

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