La Selección Argentina se movió en el Geraldao Arena de Recife al ritmo de la Triple G. Es que gustó, ganó y goleó contra Venezuela por 76 a 53 en los cuartos de final de la Americup y, de ese modo, se metió en las semifinales, instancia en la que se medirá el sábado con Estados Unidos, que venció de manera agónica a Puerto Rico por 85 a 84.

La victoria fue de principio a fin. No hubo equivalencias entre ambos conjuntos. Si bien Venezuela llegó al norte de Brasil un plantel sin todas sus figuras, era un equipo difícil de vulnerar: duro en defensa y rápido para aprovechar las transiciones tras las pérdidas nacionales. Sin embargo, los dirigidos por Pablo Prigioni tuvieron una tarde soñada, dado que estuvieron firmes en ambos aros.

Por un lado, se hicieron fuertes en la zona pintada contraria con un gran partido de los internos (principalmente de Gabriel Deck, otra vez goleador nacional con 12 puntos, aunque también de Marcos Delía y de Juan Pablo Vaulet) y con la magia de siempre de Facundo Campazzo, que se erigió nuevamente con el titiritero del ataque argentino. Jugaba y hacía jugar. Figura absoluta.

Más allá de que el marcador terminó apretado en el primer cuarto, algunos errores de Argentina le habían permitido a los venezolanos acercarse. No obstante, todo cambió a partir del segundo cuarto, cuando el equipo liquidó las acciones 20 minutos antes del cierre con un contundente 23 a 4. Sí, secó a su rival en ataque y, encima, tuvo la mano caliente porque todo lo que los jugadores tiraban entraba. Y, desde entonces, casi que el segundo tiempo se disputó de manera protocolar para darle rodaje a los jugadores que menos minutos venían teniendo en el torneo y para probar diferentes variantes.

Ya sin el quinteto titular que inició en los todos los encuentros del torneo (Campazzo, Laprovittola, Delfino, Deck y Delía), Venezuela logró achicar levemente la diferencia y superar, a falta de 1m30s para la chicharra final, la barrera de los 50 puntos.

Otro triunfo en el que Prigioni, quien reemplazó al Che García a días de viajar a Brasil, sacó conclusiones positivas para lo que viene. No solo para lo que resta de la Americup, sino también para las próximas ventanas de Eliminatorias. Y hay con que confiar...

La palabra de Prigioni

"Fue un gran trabajo de los chicos defensivamente, sabíamos que iban a entrar defensivamente pero el segundo y tercer cuarto supimos nosotros imponer la intensidad física. Nos separamos en el marcador y luego controlamos el partido. Seguimos poniendo énfasis en el balón, en jugar dinámico y estamos haciendo un gran trabajo. Ahora hay que aprovechar el día de descanso y preparar el próximo partido frente a Estados Unidos, que es un equipo de mucha calidad individual", afirmó.

La palabra de Campazzo

"Fue un rendimiento completo, sabíamos que ellos iban a salir físicos, entonces fuimos inteligentes y lo pudimos controlar. Esto es básquet FIBA, es muy físico, muy agresivo, muy intenso, hay que pegar primero. Ahora tenemos que enfrentar a un equipo muy contrario, hay que descansar y pensar en Estados Unidos. Fue un gran segundo cuarto, hicimos la transición defensa-ataque, generamos una buena ofensiva y terminamos con muchos jugadores con doble dígito y otros pudimos descansar. Sabemos la calidad de ellos (los estadounidenses), tienen puntos en todas sus posiciones y será un partido palo a palo. Llegan en alza como nosotros, de menor a mayor, empezaron a ganar confianza, a crear su juego. Va ser un partido picante y se lo llevará quien mejor juegue".