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No existe costumbre a que en una competición tan prometedora y con tanto talento como la NBA sus estrellas tengan noches de no. De fallo y sufrimiento. Pero ocurrió. Ni Damian Lillard, que había ganado el primer partido con una espectacular prestación en los minutos finales, brilló (6 puntos con 2/12 en el tiro), ni Victor Wembanyama (11 puntos, pero derrota ante los Clippers por 123-83) con su aterrizaje en la Liga, ni unos Los Ángeles Lakers que llenaron de minutos a sus estrellas, pero perdieron en la prórroga (132-127) ante los brillantes Kings.
Menos mal que nos queda Stephen Curry. El base de los Warriors lleva honrando la temporada regular desde que existe uso de razón. En tres noches firma 30,7 puntos, 52% en tiros de campo, 5,7 triples por partido -en un porcentaje de acierto del 45%- y ningún fallo desde la personal. A Houston le venció con un lanzamiento decisivo... en el que dejó fuera de juego a Dillon Brooks, uno de los mejores y más controvertidos defensores del planeta.
Y nadie hablaba de Curry...
La NBA de los 21 cursos de LeBron James, de los fichajes... y de los Golden State Warriors, por mucho que no sean ya el equipo de los cuatro anillos. Siempre compiten y olvidan aquel mal inicio del año pasado de la temporada regular con el despertar temprano de Stephen Curry. Sus cuatro triples en el último cuarto desbordaron a los Houston Rockets (95-106), firmando 24 puntos y 6/14 desde la larga distancia en 31 minutos de juego. No necesitó más.
Fue el partido de la primera suplencia en su vida de Chris Paul, que recibió elogios del vestuario. "Es increíble la forma en la que abrazó estar aquí desde el principio. Desde el primer momento. Algo como lo que hacía Andre Iguodala todos estos años. Cuando un veterano, gran jugador, All-Star... muestra ese sacrificio y marca el tono para todo el equipo", contó Steve Kerr, técnico de los Warriors.
Es increíble como Chris Paul abrazó todo desde el primer momento
La noche negra de Lillard
Menos fiesta en Milwaukee. Los Milwaukee Bucks cayeron ante los Atlanta Hawks (110-127), castigados por el poco acierto de su fichaje estrella, Damian Lillard. Pasó de brillar y ganar sobre la bocina en el inicio de la temporada a no encontrarse. 6 puntos, 16,7% de acicerto, 6 pérdidas y -29 en su valoración de más-menos en cancha.
Es uno de los problemas de un jugador así. Capaz de determinar un equipo desde el lanzamiento, pero los errores se pagan más por su propia naturaleza de tirador. Nada incendiario, tendrá noches mejores y Milwaukee volverá a brillar tras sufrir con Trae Young (20+11) y compañía.
Los Kings tumban a LeBron y Davis
Tampoco fue la noche de LeBron James y Anthony Davis. Jugaron muchísimo en el partido que se fue a la prórroga ante los Sacramento Kings (132-127) pero fue insuficiente. El 'rey' jugó 39 minutos, con 27 puntos, 15 rebotes y 8 asistencias y 'AD' terminó con 30 puntos y 16 rebotes en 42 minutos. Barbaridades para ser el tercer rato de curso... y no llevarse el premio.
LeBron sacó su grandeza y con un canastón mandó el partido a la prórroga, pero allí recibieron por parte del triple de Kevin Huerter y los brutales números de la estrella de Sacramento, DeAaron Fox: 37 puntos, 8 asistencias, 14/24 en tiros de campo y 15 arriba cuando pisó pista. Show.
Ya sabíamos que Wembanyama iba a perder muchos partidos
Tampoco sonríen en los San Antonio Spurs de Victor Wembanyama. Sabíamos que iban a perder muchos partidos, aunque las palizas duelen y mucho. Los Ángeles Clippers devolvieron a la tierra al galo, en un partido que ya vencían por 19 puntos al descanso (56-37, 24'). Wembanyama no estuvo a su máximo y fijó sus números en 11 puntos y 5 rebotes en 26 minutos de juego.
Aprenderemos...
Fue su primer partido fuera de casa en su carrera y no estuvo bien. Sin meter desde el triple (0/2), con cinco pérdidas de balón y superados por Kawhi Leonard (21 puntos) y Paul George (19), que mientras les respete la salud serán un equipo del primer escalón. "Aprenderemos", resumió el prodigio galo al terminar.