Dragic lanza a los Heat en un 'Game 7' horrible de Kemba

 

Dragic lanza a los Heat en un 'Game 7' horrible de Kemba

AFP

Otro año sin que la franquicia de Charlotte pase una ronda de playoffs.

Miami se medirá en semifinales de conferencia al ganador del Toronto-Indiana de esta noche.

 

Hoy, Dragic fue Kemba y los Hornets no encontraron respuestas. Superioridad absoluta de unos Heat que ya esperan en semifinales de conferencia al ganador del Raptors-Pacers que se jugará esta noche en Canadá (Game 7, 2:00 am hora española).

Con el saludo entre Michael Jordan y Scottie Pippen pasando por encima del partido en las redes sociales, los Hornets naufragaron en el tercer cuarto después de remar contracorriente durante los primeros 24 minutos. Dragic llevó el timón, su mejor partido en lo que va de post temporada, y los rivales, perdidos por el parqué sin los puntos de su líder (Walker, 2 puntos y 1-6 en tiros al descanso), no fueron rival para unos Heat que pasaron la prueba del séptimo partido como si de un encuentro de temporada regular (malo) se tratara.

'The Dragon', como apodan al base esloveno, se fue al descanso con 17 tantos (7-12 en el lanzamiento), dejó alguna acción brillante y acabó el choque con 25 puntos(no anotaba tanto desde el 11 de marzo): un empujón moral que necesitaba tanto él como su equipo. Ni el mejor Courtney Lee (11 en la primera mitad, 5-5 en tiros) y unBatum mejorado pudieron sacar a los Hornets del tremendo agujero cavado por el rebote y por el propio Kemba Walker a partes iguales. Durante gran parte del partido, el trío de pívots de los visitantes (Jefferson-Kaminsky-Zeller) perdió la batalla de las capturas contra Whiteside. Así es imposible, claro.

La franquicia de Charlotte, que acaba una gran temporada de la peor forma posible, suma y sigue: no pasan una ronda de playoffs desde la 2001-02 (Davis-Mashburn-Wesley).

Un par de tapones espectaculares (el partido nº 23 de Whiteside con +5 esta temporada) y minutos para todos en unos Heat que se encontraron demasiado pronto sin rival. Sonreía Chris Bosh en el banquillo (de americana) y el American Airlines Arena disfrutaba con su equipo. On to the next one.

Fuente://baloncesto.as.com/