Que mala suerte, porque ciertamente, no lo dijo. A esta hora ya ni vale la pena intentar descubrir cómo se propagó la frase de que el Heat era “apenas un equipo más’’ entre Indiana y el título de la NBA, pero el daño está hecho. LeBron James y sus compañeros captaron el mensaje erróneo y esperan dar la respuesta correcta en la cancha. Con Frank Vogel cabe aquello de cría fama y acuéstate a dormir.
Un periodista recogió las supuestas palabras de Vogel no se sabe donde y se las puso delante de la cara a James. Por supuesto, la estrella de Miami respondió con toda la firmeza posible y recordó al coach de los Pacers que, “no somos cualquier otro equipo. No entiendo lo que está tratando de decir. Pero no somos cualquier otro equipo. Eso no es cierto. Dijo que éramos otro equipo en su camino. Somos un gran equipo. Si fuéramos otro equipo no tendrías que prepararte para nosotros’’.
Más allá de lo real y lo divino, este es el segundo año previo a la final del Este que el Heat y los Pacers se enredan en una guerra de palabras antes de la batalla física que se presume sea la serie entre los campeones defensores y el conjunto de mejor defensa de la liga, como si eso ya no fuera suficiente motivación. Habría que recordar que por estos mismos días en el 2012 Vogel soltó la perla sobre “el equipo que más finge [faltas] en la NBA’’ para influenciar las decisiones de los árbitros.
En aquella ocasión Vogel fue multado con $15,000, pero lo peor para el técnico fue la humillación de ver a sus muchachos despidiéndose de la temporada ante un Heat –casi todo el tiempo sin Chris Bosh- que eventualmente conquistaría la corona frente a Oklahoma City. Larry Bird, que era el presidente de la organización de Indiana, lamentó que su club se había transformado en “suave’’ en los momentos supremos de la serie.
Tal vez por eso Vogel trató por todos los medios de hacer un control de daños cuando escuchó la respuesta de James al decir que “las palabras de que era [Miami] apenas otro equipo nunca salieron de mi boca. Respeto mucho a LeBron James y a los campeones. Espero que esta sea una gran serie’’. Pero por alguna razón, el intento de disculpa cayó en oídos sordos y Miami parece tener –si es que ya no la tenía- la pólvora encendida.
Vogel, hay que reconocerlo, es un buen entrenador. Sin contar con el estelar Danny Granger, Indiana culminó una buena temporada, resultó una maravilla defensiva y vio el crecimiento y desarrollo de Paul George en una figura de primer nivel. Roy Hibbert puede darles muchos dolores de cabeza a los reyes de la NBA, al igual que David West y el armador George Hill.
Pero este Miami luce superior al del año pasado. Más potente, más compacto y profundo, el equipo del coach Erik Spoelstra –salvo la interrogante de la rodilla de Dwyane Wade- es el favorito de fanáticos y expertos. Vogel, que repito, todo parece indicar que no dijo nada despectivo ni punzante contra el Heat, vuelve a ser la figura trágica de esta historia si se cumplen los pronósticos. Cultivó la fama de bocón y ahora le toca atenerse a las consecuencias.
Fuente:
El nuevo herald