PABLO MORENO

Houston acogerá del 15 al 17 de febrero el fin de semana de las Estrellas, una cita anual que centra la atención de todo el mundo del baloncesto. En los últimos años estábamos ya acostumbrados a que hubiera presencia española, ya fuera en el partido de los novatos contra los jugadores de segundo año o en el partido de las estrellas, aunque también hemos podido disfrutar de Rudy Fernández y Serge Ibaka en el concurso de mates.

Pero en esta ocasión parece que no habrá representación española. De momento, ni los hermanos Gasol ni Serge Ibaka han logrado ser incluidos entre los suplentes de la Conferencia Oeste, elegidos por los entrenadores.

Pau Gasol lo tenía francamente difícil, por no decir imposible. Los puestos interiores tienen mucha competencia en esta mitad de la liga. Y el de los Lakers está haciendo su peor temporada desde que llegó a la NBA. Tanto es así, que ha perdido la titularidad en su equipo y no parece que vaya a recuperarla, salvo problema físico de Dwight Howard. Su situación se complica cada vez más, tanto que la opción del traspaso, que parecía una muy mala opción, ahora ya suena más apetecible. Tiene cuatro All Stars en su currículum, algo al alcance de poco más de un centenar de jugadores en toda la historia (el primer All Star se celebró en 1951). Este año no estará, pero no se le debe descartar para futuras ediciones. Todo es cuestión de estar en unos Lakers más hechos a su medida o en un equipo donde su protagonismo sea claro.

El caso de su hermano Marc no es igual. Es verdad que en Memphis no se le ve como una opción clara en ataque, varios de sus compañeros suelen lanzar a canasta más que él, y eso resta muchas opciones de poder estar en una cita tan exclusiva como el partido de las estrellas. El año pasado sí estuvo, beneficiado quizá por la ausencia de Tim Duncan. El ala-pívot de San Antonio Spurs, sin embargo, ha vuelto por sus fueros esta temporada, a sus 36 años, con unas actuaciones realmente portentosas.

Serge Ibaka ha debido de estar en la mente de más de un entrenador. Su campaña hasta ahora es magnífica. Sus estadísticas se han elevado bastante respecto a la temporada pasada, y están por encima de las de Marc incluso. Tendrá tiempo de acudir a estas citas en el futuro. Todavía tiene 23 años. No se puede considerar una decisión injusta que no esté. LaMarcus Aldridge, David Lee, Zach Randolph y el propio Duncan han hecho méritos suficientes para estar en Houston. Quien no los ha hecho es Dwight Howard, pero la votación popular le ha situado como titular, y ante eso los entrenadores no pueden hacer nada.

José Manuel Calderón es un caso distinto. Juega en el Este y de base. Nada que ver. El extremeño sí estuvo cerca una vez cerca de ser elegido como suplente, en 2009. pero hoy por hoy, con la nómina de jugadores exteriores que hay en esta conferencia, es impensable que hubiera podido ser elegido. Probablemente, el de Villanueva de la Serena no tenga nunca la oportunidad de jugar en un All Star, pero es algo que no debe sorprender. Su estilo de juego no casa mucho con el de una superestrella que logra unas estadísticas imponentes. Él es un jugador más propenso a ayudar a que una superestella consiga esos números.

Las otras opciones de presencia en el All Star son Víctor Claver y Ricky Rubio, pero para el duelo entre novatos y jugadores de segundo año. Claver seguro que no estará. No ha tenido nada de continuidad y su actuaciones casi nunca han llamado la más mínima atención, principalmente por la escasez de minutos en cancha. Y Ricky sí tiene opciones, porque es un jugador que gusta y mucho en Estados Unidos, pero ha empezado a jugar con más de un mes de temporada ya disputado y en las semanas que lleva jugando lo está haciendo en raciones pequeñas, sin sobrepasar los 25 minutos de juego. Eso influye, obviamente, en su rendimiento, y no parece que el suyo sea suficiente para poder pisar el Toyota Center de Houston.

Fuente://deportes.terra.es