Es una joven estrella. Pero, precisamente, tiene pánico a ser una estrella. Es la historia del joven jugador de los Houston Rockets, Royce White, un chico que padece ataques de ansiedad y pánico cuando tiene que enfrentarse a una nube de periodistas, a miles de personas en las gradas de un pabellón y, lo que es peor, a volar. Un miedo que no sería nada problemático de no ser porque los viajes en avión son el día a día de los jugadores de la NBA.

La solución, aunque un tanto surrealista, supondrá el viaje por carretera a aquellos destinos a los que no sea necesario el traslado en avión. "Voy a probar a viajar en bus por mi cuenta. Voy a intentar acomodarme en el bus como en casa, regular mis niveles de stress, mis descansos y mis comidas para convertir esta difícil situación por el calendario en algo más llevadera", indicó el jugador de Houston Rockets.

Uno de los factores que favorecen esta posible solución es el hecho de que Houston, en el estado de Texas, esté relativamente cerca de ciudades de equipos como San Antonio Spurs, Dallas Mavericks, New Orleans Hornets u Oklahoma City Thunder.

Pánico a las nubes de periodistas

Hace unos días, el equipo texano hizo su particular 'media day', una jornada de puertas abiertas a los medios de comunicación donde la prensa tiene acceso a los jugadores para fotos oficiales y entrevistas. Pero él, White, no estaba. Los Rockets tuvieron que dar explicaciones sobre esa ausencia y confirmaron ese problema de ansiedad y de enfrentarse al 'mundo real' del jugador.

"No es fácil", dijo el propio jugador en la misma noche del draft. Además, lleva luchando contra estos miedos desde hace tiempo, con un tratamiento psicológico para tratar de superar todo esto.

Los Rockets no tardaron en salir a explicar la ausencia de White. El jugador lucha contra sí mismo y sus miedos desde hace tiempo y sigue un tratamiento psicológico para intentar superar sus propios miedos. "No es fácil", aseguró el propio jugador en un documental que le acompañó durante la noche del draft.

Frases como "es una enfermedad mental. Es el pánico en estado puro, el peor miedo que puedes tener. Te sientes como si fueses a morir" o "es como una manada de lobos", son las confesiones que ha realizado el propio jugador para tratar de definir su problema.

Eso sí, su equipo le apoya y Daryl Morey, director de los Houston Rockets, no duda en asegurar que confían en él: "Estamos convencidos del éxito de Royce a largo plazo y vamos a apoyarlo ahora y siempre".