Los Lakers lo han vuelto a hacer. Por tercera vez en cuatro temporadas, el equipo de LeBron James se ha llevado el playin y tendrá billete para los playoff, donde ya esperan los Denver Nuggets en la reválida de las últimas finales de conferencia. Lo hicieron tras superar a New Orleans que tuvo en Zion Williamson a su mejor jugador, diferencial en ambos lados con 40 puntos, antes de retirarse lesionado a tres minutos del final con el duelo empatado. Sin su estrella, en el carrusel de tiros libres finales, Anthony Davis y Austin Reaves sentenciaron un partido que sirvió para volver a ver los mejores Lakers antes de que New Orleans mostrara todas las costuras defensivas, especialmente contra el bloqueo y continuación.

Y es que los Lakers fueron mejores por dos cuartos y medio, suficiente para abrir hueco en el marcador. Supieron atacar la pintura cuando los Pelicans intentaron evitarlo, usando a LeBron cuando Jonas Valanciunas ralentizaba a New Orleans, y atacando con Anthony Davis ante Larry Nance. Siempre había algún tipo de ventaja física para contrarrestar los estragos que Zion Williamson estaba haciendo a la defensa Laker. 

Por suerte para Darvin Ham, era el único: Brandon Ingram estuvo desaparecido al nivel de no jugar en los últimos ocho minutos, y CJ McCollum acabó con 9 puntos, cuatro de los cuales llegaron en los 90 segundos finales. Demasiado solo Zion, por momentos era una batalla entre un equipo y un superhéroe.

Nadie en Los Angeles firmó números parecidos a los de Zion, que además de los 40 puntos con 17/27 en tiros, bajó 11 rebotes, con 5 asistencias, un robo y un tapón. LeBron rozó el triple-doble con 23 puntos, 9 asistencias y otros 9 rebotes, aunque en el último cuarto se le notó agotado y acabó con un 1/8 en tiros (6/20 en total). Solo Davis, diferencial bajo el aro con 20 puntos y 15 rebotes, fue regular todo el partido y sin sacar su mejor versión. D'Angelo Russell metió 21 puntos y cinco triples, el último para sentenciar el duelo, pese a una horrible segunda parte, y Austin Reaves cerró la lista de jugadores destacados con 16 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes. Un esfuerzo colectivo que les lleva de nuevo al rival a evitar: Denver Nuggets.

Porque el triunfo les regala la séptima posición y el premio es enfrentarse en primera ronda contra el vigente campeón. Unos Nuggets que les ganaron 4-0 el curso pasado en finales de conferencia, barriendo al equipo de LeBron, y que además ha ganado los cuatro duelos esta temporada. Nueve victorias seguidas lleva el equipo de Nikola Jokic. Hay que viajar hasta diciembre de 2022 para encontrar la última victoria de los Lakers. "LeBron y yo hemos estado hablando, no podemos esperar a enfrentarnos a ellos", decía Anthony Davis al acabar el partido. La rivalidad ha brillado más fuera de la pista que dentro, donde Denver ha sido muy superior, pero la NBA tiene un nuevo escaparate en el que mostrar al mejor jugador de planeta contra LeBron James y sus Lakers.

Por su parte, los Pelicans tendrán una nueva oportunidad el viernes. A falta de saber qué gravedad tiene Zion en su lesión, aunque se le vio caminar sin muletas ni vendas alrededor de la pierna, se verán en casa contra los Kings. Y New Orleans ha ganado las cinco veces que se han visto este año.

 

En el otro partido de la noche, los Sacramento Kings pudieron finalizar su venganza (114-98) en lo que ha podido ser el final de la dinastía de Golden State Warriors. El décimo equipo nunca ha conseguido clasificar a playoff vía playin y estos Warriors no serán una excepción. Partido para olvidar del equipo de Steve Kerr que llega al final de la temporada tan pronto como hizo en 2021, cuando cayó en playin ante los Lakers primero y Memphis más tarde. Klay Thompson firmó un histórico 0/10 en tiros de campo en el que pudo ser su último partido en Golden State, a punto de entrar en la agencia libre. No se quedaba sin anotar un tiro desde su temporada rookie.

La derrota, a manos de Keegan Murray y sus 32 puntos o la defensa de Keon Ellis sobre Steph Curry, al que dejaron en 22 puntos, invita a pensar en el final de ciclo en San Francisco. El final de una etapa preciosa que ha dejado cuatro anillos y seis finales, y que cierra con una paliza recibida. Una que ha reflejado la realidad de estos Warriors, mediocres durante toda la temporada y sin recursos para pelear con la élite de la NBA, o siquiera con unos Sacramento Kings que echaron en falta dos de sus anotadores, Malik Monk y Kevin Huerter. Y se plantan en un verano dificilísimo en San Francisco, donde tendrán que tomar decisiones clave sobre nombres importantes: Klay el primero, Chris Paul y Andrew Wiggins los otros dos.

Las únicas buenas noticias de Golden State fueron Jonathan Kuminga y Moses Moody, ambos con 16 puntos y apuestas de juventud para unos Warriors que se despiden de los playoff antes del inicio por tercera vez en cinco años. Y por medio han ganado un anillo de la NBA. Para cuando vuelva la liga, la franquicia será muy diferente.