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El baloncesto en silla de ruedas tiene sus raíces en la rehabilitación de veteranos de guerra estadounidenses tras la Segunda Guerra Mundial. Este viernes 30 de agosto, en el marco de los Juegos Paralímpicos de París 2024, Google dedica su famoso doodle a esta disciplina, que surgió como una forma efectiva de ejercicio físico para ayudar en la recuperación de soldados heridos y hoy es uno de los eventos pilares de la justa paralímpica.

 

 

Con el tiempo, sus beneficios tanto físicos como mentales llevaron a su expansión global, y hoy en día, es practicado por millones de deportistas en más de 80 países.

 

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El origen del baloncesto en silla de ruedas

Este deporte hizo su debut en los Juegos Paralímpicos en Roma 1960, siendo uno de los ocho deportes originales de la primera edición de los Juegos.

 

La introducción del baloncesto en silla de ruedas masculino marcó un hito, estableciendo rápidamente su popularidad y relevancia en el ámbito paralímpico. La modalidad femenina se unió dos ediciones más tarde en Tel Aviv 1968, ampliando aún más su influencia y atractivo.

Reglas básicas

Las reglas del baloncesto en sillas de ruedas son similares a las del baloncesto convencional, con algunas adaptaciones para acomodar las sillas de ruedas. Cada equipo está compuesto por cinco jugadores, y el objetivo sigue siendo encestar la pelota en la canasta del equipo contrario. Sin embargo, existen reglas específicas sobre la movilidad de las sillas, como la regla de los «dos toques», que establece que un jugador no puede empujar su silla más de dos veces sin botar, pasar o lanzar la pelota.

Adaptaciones que enriquecen el juego

Aunque se basa en las reglas fundamentales del baloncesto convencional, el baloncesto en silla de ruedas incorpora adaptaciones. Estos son esenciales para permitir la participación inclusiva de jugadores con discapacidades.

Una de las principales modificaciones es la regla de desplazamiento, que requiere que los jugadores realicen un pase o bote del balón. Esto después de cada dos empujones de la silla de ruedas.

Esta regulación, junto con otras adaptaciones, garantiza que el deporte mantenga su dinamismo y fluidez. También asegura que sea accesible para todos los atletas, promoviendo un juego justo y emocionante.

El baloncesto en silla de ruedas se ha convertido en un símbolo de superación personal y colectiva, así lo expresa RTVE cuando habla sobre este juego olímpico.

El baloncesto en silla de ruedas es mucho más que un deporte; es una celebración de la excelencia y la capacidad humana para superar obstáculos. La dedicación de los atletas y la evolución de este deporte reflejan el impacto positivo de los Juegos Paralímpicos en la promoción de la inclusión y el respeto por la diversidad en el deporte.

La Importancia del Baloncesto en Sillas de Ruedas en la Inclusión Social

El baloncesto en sillas de ruedas no solo es un deporte competitivo, sino también una herramienta poderosa para la inclusión social y la sensibilización sobre las discapacidades. Este deporte ha jugado un papel crucial en cambiar las percepciones sobre las personas con discapacidades, mostrando su habilidad y determinación.

A lo largo de los años, el baloncesto en sillas de ruedas ha evolucionado significativamente, con mejoras en la tecnología de las sillas de ruedas deportivas y un creciente interés internacional. Este deporte ha ampliado su presencia en los Juegos Paralímpicos, y hoy en día, más de 100 países participan en competiciones internacionales.

 

 

Resultados de la fecha #2.