Salvador Zurita Sánchez. Un genio rebelde

Zurita, jugador internacional

 

2018-01-24

Salvador Zurita Sánchez. Un genio rebelde 24 enero, 2018 

 

Escrito  por J. Sanjuan

Si en el baloncesto en silla de ruedas español ha habido un jugador diferente, ese ha sido Salvador Zurita. Un genio capaz de sacar de su melena ensortijada una jugada inverosímil, una asistencia espectacular o levantar al público de sus asientos con canastas que espoleaban a sus compañeros y amilanaban a los rivales.

 

Zurita era un mago del baloncesto. Su cara de pillo le traicionaba cuando en su mente se dibujaba la genialidad que luego trazaba en la pista. Salva era como el chico con el que todos querían jugar en el recreo, al que “cazaba” el profesor haciendo en clase la travesura que le otorgaba el respeto de sus compañeros. Inconformista e indomable, el baloncesto le daba lo que la vida le retenía.

 

No fue mal año para el ADEMI de Málaga el 1976. En ese momento iban a llegar a sus filas, no fichados, sino para formarse, dos de los jugadores que más internacionalidades acumulan con la selección nacional: Antonio Henares y Salvado Zurita. Dos nombres que formaron una sociedad que les hizo invencibl es.

 

El uno de Álora y el otro del barrio de la Palmilla, ambos fueron creciendo deportivamente bajo la tutela de Gaspar Anaya, quien tantas estrellas forjase durante cerca de treinta años. Salvador Zurita manejando el balón Zurita era una criatura de 15 años que apenas llegaba al reposapiés de la silla cuando entró a formar parte del que a no muy tardar se erigiría como el primer dominador de la liga española.

 

En el ADEMI despuntó rápidamente y en dos años ya era internacional participando en 1978 en el Campeonato de Europa de Lorient (Francia) donde la selección ocuparía el 5º puesto.

 

Ese mismo año repitió citación por parte de José Barbero acudiendo a los juegos mundiales de Stoke Mandeville, logrando el 4º puesto. Hasta alcanzar los 100 partidos como internacional disputará un total de 6 Campeonatos de Europa. Además del mencionado de Lorient en 1978, tomó parte en los de Ginebra en 1981, París 1983, Charleville 89, Ferrol 91 y Berlín 93 siendo su mejor clasificación los quintos puestos del primero y último de cuantos participó.

 

En los Campeonatos mundiales de Stoke Mandeville también sería un asiduo formando parte del combinado nacional en los del 78 (4º puesto), 85 (Campeones), y 86 (4º clasificado). selección española 1985 Salvador fue paralímpico en tres ocasiones; los Juegos de Arnhem (Holanda) en 1980, Seul’88 y Barcelona’92 donde logró el diploma paralímpico por el 6º lugar de la selección.

A todas estas citas habría que sumar el 7º puesto en la Copa de Oro de Tampa en 1979, la fase de clasificación de la Copa de Oro de Gits (Bélgica) en 1985, así como diversos amistosos internacionales a lo largo de su carrera.

 

En el europeo de Berlín’93 viviría su última cita internacional escenificando un relevo generacional con la llegada de puntos altos de gran calidad que van a tener un largo recorrido como son Diego de Paz o el canario Manuel Rodríguez. Salva, había cubierto una etapa de 15 años que ha resultado fundamental para el asentamiento internacional de una selección que pugnaba con rivales en unas condiciones adversas y casi siempre precarias.

 

En lo que se refiere a la competición doméstica Zurita era de los jugadores que crean afición. Con un excelente grupo humano, la superioridad del ADEMI era abrumadora. Además de Salvador, Gaspar Anaya disponía de una plantilla de grandes jugadores como Antonio Henares, Joaquín Fernández Recio, José Luis Benítez, Manuel Pérez Luna, Salvador Núñez “Salvita”, Juan Rojo o Rafael Martín entre otros.

 

En la temporada 77/78 se quedaron a las puertas del título tras el Virgen del Rocío, pero al año siguiente según maduraban en su juego darían el asalto definitivo que les iba a llevar a lograr 12 títulos de liga y 10 copas de S. M. el Rey, títulos de los cuales Zurita participaría en todos excepto la liga 85/86 y copa de 1986, temporada en la que militó en el Clumam de Madrid, entidad que con el patrocinio de PRODIECU incorporó al astro malagueño en sus filas. Partido de Copa de Europa del ADEMI de Málaga

 

 

El ADEMI era una maquinaria perfectamente engrasada en la que cada componente sabía cuál era su misión. La de Zurita era crear juego, imprimir el ritmo de partido y anotar tanto en los lanzamientos lejanos como en sus penetraciones.

 

El baloncesto en silla de ruedas español estaba en periodo de cambios entrando en una fase de semiprofesionalización de los grandes jugadores, de forma que Zurita no lo dudó cuando el CB Melilla llamó a su puerta para construir alrededor del malagueño un equipo que trató de plantarle cara a un FUNDOSA que aglutinó a buena parte de la selección española.

Con el gigante pivot israelí Avi Ben Simón, el excelente jugador francés Abu Konate y el plantel de jugadores locales, Zurita vivió tres excelentes temporadas en el equipo azulón que lograba erigirse como el primero de los mortales.

 

Cuando cerró su etapa melillense, tras un periodo sabático, regresó a las pistas vistiendo la camiseta del Bsr Marbella en lo que era un proyecto muy interesante pero que no logró tener el recorrido deseado. Allí, en su Costa del Sol volverá a arrancar las ovaciones de un público entregado antes de cortarse definitivamente la coleta. Para bien y para mal, Zurita siempre me recuerda a otro mago malagueño del deporte, el gran Juan Gómez “Juanito”.

 

Un genio rebelde, visceral y bondadoso que se lanzaba a corazón abierto aún a riesgo de despeñarse. En la vida sigue luchando. Lo fue todo en el baloncesto de las cuatro ruedas.

 

Fuente: mitosyleyendasbsr.es/