Fractura del hueso malar (pómulo) y la órbita

Fractura del hueso malar (pómulo) y la órbita

EL PROBLEMA

El hueso malar está ubicado a nivel de la mejilla y es el que hace que el pómulo sea prominente. Además forma parte del piso y la pared lateral de la órbita, que es la cavidad que sostiene y protege al globo ocular. Al fracturarse, puede producirse un aplanamiento de la mejilla, limitación de la apertura bucal, y si se comprometen las paredes orbitarias se puede producir el descenso del globo ocular y visión doble por compromiso de los músculos que mueven el ojo. A veces, estos síntomas están enmascarados por la inflamación postraumática y sólo se evidencian unos días después, cuando baja la inflamación. Estos síntomas deben ser tratados quirúrgicamente para evitar que queden importantes secuelas funcionales y estéticas.
Es común que los pacientes con fracturas de malar y órbita presenten además inflamación y hematomas en los párpados y mejilla del lado afectado e inclusive que la parte blanca del ojo se tiña de color rojo. Puede producirse también un adormecimiento de la región de la mejilla, nariz y dientes del lado afectado.

No es frecuente que se dañe el globo ocular en estas fracturas, pero es siempre necesario descartar esta posibilidad mediante un adecuado examen oftalmológico.

LA CIRUGÍA
La cirugía consiste en reposicionar y fijar el hueso malar en su posición normal. En algunos casos, cuando se fractura el piso de la órbita (formado en gran parte por el hueso malar), es necesario repararlo mediante un injerto óseo o cartilaginoso. Esta reparación es importante, ya que es lo que permitirá que el globo ocular se mantenga en posición normal y no descienda.
La cirugía se realiza con anestesia general. Muchas veces, la única incisión necesaria en un pequeño corte por dentro de la boca. A veces, hay que hacer otras incisiones, ya sea en el párpado inferior (igual a la incisión de cirugía estética de párpados) o una incisión en la parte lateral de la ceja. En todos los casos las cicatrices resultantes son prácticamente imperceptibles o invisibles. Una vez que se reposiciona el hueso malar, se lo fija, habitualmente con microplacas y tornillos, y si es necesario, se realiza la reparación del piso orbitario.

EL POSTOPERATORIO
El paciente recibe el alta el mismo día o el día siguiente a la cirugía. La inflamación en la zona palpebral puede permanece por unos días, lo mismo que la hemorragia subconjuntival (el derrame de sangre en la parte blanca del ojo). La sensibilidad en la mejilla puede demorar algunos meses en regresar. Prácticamente no hay dolor. Al irse de alta, el paciente recibe las instrucciones referidas a la medicación que debe tomar (antibióticos y antinflamatorios) y para el cuidado de las heridas. Los puntos se retiran durante la primer semana del postoperatorio. La fractura tarda aproximadamente 6 semanas en cicatrizar completamente. Durante este periodo debe evitar golpes en la zona.
El paciente puede retomar su actividad laboral en 10 días aproximadamente.

Las fracturas faciales más frecuentes son:

1- Fracturas de la nariz.

2- Fracturas de la mandíbula.

3- Fracturas del malar (pómulo) y la órbita (cavidad que contiene al globo ocular).

4- Fracturas del Maxilar.

5- Fracturas múltiples y complejas.

6- Secuelas de fracturas.

 

Fuente:

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