El árbitro no debe estar marcando jugadas de forma maliciosa y probablemente es inconsciente de su propio mal desempeño. Mientras que señalar una mala decisión de una manera grosera no ayudará a tu causa, mencionar un problema de un modo más general puede alertar al árbitro sobre tus inquietudes y darle cosas para tener en cuenta. Por ejemplo, si el árbitro está marcando faltas injustamente en contra de tu equipo, pide al árbitro que vea las faltas que el otro equipo está cometiendo. Una queja cortés puede ganarse la simpatía de tu difícil situación que depende del árbitro y es el primer paso para corregir los malos arbitrajes. También habla con los otros árbitros en la cancha para hacer frente a las malas marcaciones si un árbitro específico es el culpable.

Un mal árbitro es más probable que te penalice por un juego agresivo en el baloncesto ya que el juego no se considera un deporte de contacto. Como resultado, dale al otro equipo un poco más de espacio cuando estés tratando con un mal árbitro para tratar de evitar marcaciones de faltas injustas y otras sanciones. Existe un riesgo asociado con esto porque los buenos jugadores se aprovechan de cualquier espacio adicional que tengan ya sea para lanzar la pelota hacia la red o ir en busca de un tiro. Sin embargo, jugar de manera más conservadora por un tiempo puede aplacar a un árbitro demasiado sensible y llevarlo a empezar a marcar las cosas de manera más justa.

Aunque dos errores no hacen un acierto, una mala decisión a veces contrarresta otra. Como resultado, trata de provocar faltas si tienes un árbitro que está demasiado dispuesto a marcar durante un juego. Si un jugador del equipo contrario te da un codazo o a algún compañero durante el juego, exagera ese contacto y dramatízalo excesivamente. Si el árbitro es tan incompetente como tú crees, es posible que caiga en la trampa y marque a tu favor. Ten cuidado de no usar excesivamente esta táctica, ya que los otros árbitros en la cancha pueden darse cuenta y empezar a sancionar a tu equipo como resultado.

Aunque estás limitado en lo que puedes hacer durante un juego para reducir un mal arbitraje, tienes el derecho de presentar una queja formal después de que el juego ha terminado. Casi todas las ligas de baloncesto organizadas, incluso a nivel intramural, cuenta con normas y políticas que se espera que sus árbitros estén a la altura. Graba tus juegos y luego incluye el video del juego en cuestión cuando te quejes de las malas decisiones. Llena todos los formularios requeridos por el ente fiscalizador y escribe un informe formal explicando qué marco el árbitro y por qué esas marcaciones fueron malas. Incluso si no remueven al árbitro de sus funciones, podrá ser impedido de arbitrar tus juegos futuros.