Sin pensar en una organización como tal, el 19 de junio de 1963 un grupo de árbitros reunidos en una comida en el Club Barracas Júnior deciden declarar el “Día del Árbitro de Básquetbol”, fecha que hasta el día de hoy se festeja.
El 12 de Marzo de 1976 nace institucionalmente mediante su fundación lo que hoy conocemos con el nombre de Asociación Argentina de Árbitros de Básquetbol con personería jurídica y como una organización sin fines de lucro.
En esa primera Asamblea, realizada en la sede de la Federación Regional de Capital Federal, fue electo Carlos Presas como primer Presidente, su gestión si bien persiguió ser una asociación que representara a todos los árbitros del país quedó en una mera ilusión, porque en definitiva esa asociación sólo terminó representando a los árbitros de Capital Federal.
En aquel tiempo el encuentro entre árbitros dependía no del interés por compartir sino de la designación a los torneos argentinos, en consecuencia los encuentros estaban sujetos a la casualidad de una nominación lo que traía aparejado sólo el compartir en pequeños grupos.
En el mismo año en que la Confederación resuelve crear la Liga Nacional de Clubes, accediendo a inquietudes permanentes de un grupo de entrenadores, encabezados por el recordado León Najnudel y el periodista Oscar Oro Orcasita, se juega la primera Liga Nacional llamada de transición y que llegó para reemplazar lo que se jugaba por aquel entonces: el torneo de clubes campeones.
En 1984 en la ciudad de Córdoba la CABB organiza una clínica de perfeccionamiento técnico para árbitros, la cual contó con la presencia del Secretario General de FIBA en ese entonces, el Sr. Boris Stankovic, a la misma fueron convocados los árbitros nacionales e internacionales del país, que aprovechando la ocasión realizaron una reunión en el teatro San Martín de la ciudad de Córdoba.
En ese momento ocupaba la Placas fundacionales de Sede Central Presidencia, el Sr. Jorge Rubinsztein, quien manifestó su clara intención de dirigir el rumbo de la Asociación hacia una organización federal, mediante la incorporación a la misma de los árbitros del interior. En aquel momento se enfrentó con un agudo escepticismo por parte de esos árbitros, promovido por la modalidad de gestión que venia dándose; no obstante ello este grupo de árbitros decidió otorgarle un voto de confianza al Sr. Rubinsztein firmando un acta de compromiso, en la cual constaban cláusulas que establecían que una vez modificados los estatutos sociales que promovieran una nueva estructura organizativa a la institución, los incorporaran como socios a través de filiales cuya formación se proyectaba en el interior del país.
La realidad en el interior del país mostraba la escasez de organizaciones arbitrales, salvo excepciones como el Colegio de Árbitros de Mendoza. Esta acta de compromiso junto a la inclusión de árbitros del interior del país, motivo la formación de filiales en cada rincón del territorio, con el compromiso de que cada árbitro se asociara a una filial y esta a su vez sea parte de la Asociación Argentina.
Así llegamos al día de hoy con la existencia de 34 filiales y más de 600 socios. Esto posibilito el encuentro de los árbitros ya no ocasional sino planeado, lo que generó una fluida comunicación mediante la cual surgieron objetivos comunes, transitando de una serie de personas a un grupo de árbitros. Esto generó cambios en la directiva y el 8 de Julio de 1985 asume la Presidencia nuestro recordado amigo, Sr. Román Uslenghi, quien perduró en el cargo hasta su fallecimiento en enero del 2003.
Antes de la asunción del Sr. Uslenghi la AAAB era conducida en su mayoría por árbitros en actividad, la presidencia de éste inauguró que el cargo fuera ocupado por alguien que no estaba en actividad. Su principal objetivo fue la compra de un inmueble en razón de estar convencido que un lugar permanente de reunión generaría una fuerte identificación con el espacio propio, lo que traería aparejado una sólida unión y camaradería grupal.
Esta idea generó un fuerte sentimiento de pertenencia entre los árbitros los cuales comenzaron a aportar un 10% del monto total de sus aranceles de los cuales el 5% se destinaba a un fondo dirigido a la concreción del proyecto. La AAAB en aquel momento funcionaba en la calle Estados Unidos 1505 y en diciembre de 1990 mudó sus oficinas a la calle Alsina 1586 frente a lo que era la sede de la CABB.
El ahorro de fondos tuvo rápidos resultados ya que en poco tiempo se invirtieron en la compra de un inmueble ubicado en la Av. Boedo 786, cuyo estado de deterioro y falta de mantenimiento agilizó la posibilidad de la compra, la cual se hizo realidad el día 24 de mayo de 1993. Este primer objetivo cumplido estimuló al grupo de árbitros a seguir con la política de ahorro de fondos lo que permitió el acondicionamiento y equipamiento del inmueble adquirido, inaugurándose así el 6 de mayo de 1994 la actual sede central de la AAAB.
La destacada gestión, dirigida a la búsqueda de ingresos, concretó en la temporada 1991-1992 la firma de un acuerdo de patrocinio con ESCO, empresa que durante muchos años fue fiel auspiciante de nuestra institución permitiendo afianzar la situación financiera. Otras estrategias de acumulación de fondos como los proyectos de rifas más el continuo aporte de los árbitros, reducidos ya al 5%, garantizó un camino de progreso, lográndose la compra de siete inmuebles en distintos lugares del país los cuales serían sede de filiales, a saber: Carmen de Patagones, Córdoba, Mendoza, Paraná, Pergamino y Santa Fe. La función especifica de estas filiales es dar alojamiento tanto a los árbitros que eventualmente dirijan en esas ciudades o que estén de paso hacia otros lugares; estos espacios se instituyen como centros de estudio con material didáctico, videos y sala de reuniones que posibilitan a los árbitros del lugar recibir clases con una periodicidad semanal, como también abrir cursos para nuevos árbitros.
Uno de los más destacados logros de la Asociación Argentina de Árbitros fue la creación de la Escuela Argentina de Árbitros, fechada en octubre de 1997. Esto implicó un alto esfuerzo para convencer a las autoridades de la CABB de la importancia y necesidad de esta institución educativa. La EAAB tuvo un principal objetivo que fue darle forma al proceso de instrucción de los árbitros en todo el territorio, porque hasta ese momento muchos árbitros del interior no tenían acceso a la actualización de reglas, cuando a la vez tenían exigencias en la competencia que requerían de un rápido acceso a nuevos conocimientos.
Como se manifestó con anterioridad la AAAB es una Institución sin fines de lucro y sin intereses políticos. Fue creada para beneficio de los árbitros en una faz puramente social y técnica, para aumentar la cantidad y calidad del arbitraje argentino, con la consecuencia lógica que es garantizar el desarrollo del básquetbol en nuestro país.