Macedonia se echó a la calle tras su triunfo ante el eterno rival. Justo lo que quería evitar Grecia con su soborno
Confirmado uno de los mayores escándalos de la historia de los Campeonatos de Europa de Baloncesto.
La FIBA ha hecho oficial una multa de 15.000 euros y la retirada de su acreditación al agente deportivo Stavros Ellianidis, miembro de la expedición griega, hasta hace un año jefe de equipo de la selección, y ex general manager del Olympiacos y del Marousi.
Según el comunicado oficial de la Federación Internacional de Baloncesto, oculto eso sí con otras notificaciones de menor calado, la multa es "por ·conducta antideportiva. Por contactar mediante teléfono, móvil y/o sms con tres árbitros que iban a pitar a Grecia".
La Federación Griega se defiende diciendo que Ellianidis no tiene nada que ver con ella y que es sólo "un aficionado".
Pero lo cierto es que estaba acreditado y, según la web griega 'basket.info', es el "encargado de hacer trabajos sucios".
El intento de soborno pude ser a más de un trío arbitral.
La prensa macedonia, durísima con sus enemigos griegos por el caso, afirma que fue antes del tenso partido (debido al conflicto diplomático por el nombre de la república ex yugoslava) Macedonia-Grecia, ganado cláramente por los macedonios, 72-58, y arbitrado por el italiano Lamonica, el francés Chambon y el lituano Laurinavicius.
'MINA' (Agencia Internacional de Noticias de Macedonia) hace el siguiente comentario en su web: "El hecho de que Grecia tratase de sobornar a los árbitros habla bien alto de lo importante que era el partido para ellos. Y sobre el propio acto del soborno... sólo se puede sentir pena por esa nación en bancarrota moral", en un contundente juego de palabras con la situación económica del país.
El diario alemán 'Bild', sin embargo, asegura que el intento de soborno fue previo al Montenegro-Grecia (55-71), dirigido por el germano Robert Lottermoser, el serbio Milivoje Jovcic y el portugués Fernando Rocha (POR).
En cualquier caso, los colegiados pusieron los hechos en conocimiento de la FIBA en cuanto recibieron los mensajes de Ellianidis.
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