La belleza de un tiro a tablero

 

LA BELLEZA DE UN TIRO A TABLERO

MARTES, 3 MAYO 2011, 17:34

Jesús Sánchez

FedEx Forum. El foco apuntaba a otro lado de la cancha. Por fin se habían visto osos grizzlies en Tennessee diez años después. Camino del vestuario, se marchaba cabizbajo y con él, el fin de una era en la NBA. El paso del tiempo, inmisericorde, no se había tomado un respiro. Las manecillas tampoco dejan de girar para los mitos como Tim Duncan.

En nada. Una cifra voluminosa y apreciable de 61 victorias en temporada regular se había quedado en nada. En el final de la eliminatoria ante Memphis, Duncan había pasado de puntillas por un partido en el que los Spurs se jugaban la vida. Nunca había hecho menos en una situación tan delicada para su equipo. La edad, las lesiones, los zarpazos de Randolph y Marc Gasol, el tic-tac que no falla. Todo se juntó con funesta armonía en aras de un declive inexorable. Hizo un 'doble-doble', 12+10. Le salió de manera natural. Ya le conocemos. Sobresale en la estadística como quien se bebe un vaso de agua. Su decadencia, sin embargo, es inequívoca. Triste, pero evidente.

Me hubiera gustado observar un atardecer bonito, un ocaso acorde a la trayectoria extraordinaria del que puede pasar como el mejor ala-pívot de la historia de la NBA. Avanzadilla del siglo XXI, que diría Montes, al llegar al campeonato y al mismo tiempo arcano de los valores profundos del baloncesto. Lo ha sido todo. Duncan proclamó con su talento, su ética de trabajo y su encanto discreto que este juego es mucho más que brincos, mates, tatuajes y reinados imaginarios. Tim elevó el baloncesto de toda la vida hacia otra dimensión. Lo hizo con un estilo admirable, sin aspavientos ni shows, con cuatro anillos con los Spurs y muchas victorias, sin una palabra más alta que otra, ni artificios. Un virtuoso ajeno al protagonismo. Su basket hablaba por él. Es un ejemplo del que aprender, como me dijo Marc el otro día.

Seguirá jugando con los Spurs, pero en un segundo plano, quizá de maestro de Tiago Splitter. Ya no da para mucho más. Lástima. En estos tiempos reivindico su figura, la belleza de un tiro a tablero, su juego maravilloso. Reivindico a Tim Duncan.

//www.marca.com/blogs/tiros-libres/2011/05/03/la-belleza-de-un-tiro-a-tablero.html