El fenómeno Caitlin Clark levanta pasiones pero también muchas, muchas envidias en la WNBA: más que un partido, lo que la estrella de las Indiana Fever tuvo que aguantar anoche contra las Connectitut Sun fue una guerra declarada contra ella que acabó con tangana en el último minuto.
Clark, que resistió para liderar a su equipo a la victoria (88-71) y a la final de la Copa del Comisionado WNBA con 20 puntos, empezó a sufrir esa campaña de acoso y derribo en el primer cuarto. La base tuvo algunas palabras con Jacy Sheldon y acabó recibiendo algún que otro empujón mientras el resto de jugadoras de las Sun salían en defensa de Sheldon.
Sin embargo, eso no fue más que un preludio de lo que iba a suceder más adelante. A falta de 5 minutos para el final del tercer cuarto y con las Fever controlando ya el partido (55-45) Marina Mabrey empujó a Clark al suelo después de que Jacy Sheldon, de nuevo en una trifulca, soltara un manotazo al ojo de la estrella. Mabrey fue sancionada con una técnica y Sheldon con una flagrante de tipo 1.
Con el partido sentenciado en el último cuarto, Clark dirigió varios gritos a las Sun y su banquillo con aplausos irónicos mientras animaba al público de Indianápolis, que en la madrugada del jueves al viernes intentará empujar a los Pacers para que fuercen el séptimo partido de las Finales NBA ante los Thunder.
Con la tensión en aumento, la peor tangana de todas tuvo lugar en el último minuto con el partido ya sentenciado, cuando Sophie Cunningham, de las Fever, decidió tomarse revancha con la pendenciera Jacy Sheldon con una dura falta que desembocó en melé entre ambos equipos. El altercado acabó con expulsión de Cunningham, Sheldon y Lindsay Allen, de las Sun, que se fue rápido a por la jugadora de las Fever saliendo en defensa de su compañera.
Caitlin Clark se negó a hablar de los líos, aunque se mostró eufórica tras ganar esa especie de guerra.
"Habéis venido por el baloncesto, vamos a hablar de baloncesto”, empezó diciendo la base de 23 años.
“Obviamente, estamos emocionados. Es algo muy importante, algo difícil de hacer, ¿por qué no lo celebraríamos? Tenemos que jugar por una importante cantidad de dinero, lo cual es bastante divertido, y estás compitiendo para ganar un título. También es un partido extra para nosotras para mejorar”, resaltó la jugadora de segundo año.
Las Indiana Fever jugarán la final de la Copa del Comisionado WNBA por primera vez en su historia y pelearán por el título contra las Minnesota Lynx en un duelo que tendrá lugar el 1 de julio. El conjunto de Indianápolis pudo con la dureza de unas Sun que ya provocaron a la archienemigo de Clark, Angel Reese, para luego hacerlo con la propia base de las Fever. Pero el talento y el carácter de la generacional Caitlin Clark están por encima de todo.
