La WNBA está al rojo vivo y lista para encender las canchas a partir de este viernes. Tras un 2024 transformador que disparó su popularidad, la liga se prepara para una nueva temporada precedida por una pretemporada de auténtica locura, marcada por un carrusel de traspasos sensacionales y fichajes que han reconfigurado el mapa de poder. En el centro del huracán, las New York Liberty buscan la hazaña de un segundo título consecutivo, una proeza nada sencilla en este nuevo y convulso panorama.
El núcleo duro de las Liberty, con el tridente mágico formado por Breanna Stewart, Jonquel Jones y Sabrina Ionescu, regresa con la misión de repetir la gesta que les dio su primer campeonato. Los analistas ya apuntan a que el equipo neoyorquino sabrá exprimir al máximo la mentalidad defensiva de su nueva incorporación estrella, la base Natasha Cloud, quien llegó mediante un traspaso desde las Phoenix Mercury y fue líder en asistencias de la liga en 2022.
Precisamente, la llegada de Cloud a Nueva York fue solo una pieza en el dominó de un mercado que ha visto a caras familiares aterrizar en equipos insospechados y hasta ocho nuevos entrenadores repartidos entre las trece franquicias. Quizás la reorganización más drástica la vivieron las Phoenix Mercury: la leyenda Diana Taurasi colgó las zapatillas tras dos décadas de dominio, la diez veces All-Star Brittney Griner puso rumbo a las Atlanta Dream, y la base Sophie Cunningham se unió a las Indiana Fever de Caitlin Clark.

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Para llenar esos vacíos, las Mercury no se han andado con chiquitas. Han incorporado a Alyssa Thomas, cinco veces All-Star y considerada durante años el rostro de las Connecticut Sun, y a la carismática ala-pívot de las Dallas Wings, Satou Sabally. Ambas se unen a Kahleah Copper, MVP de las Finales de 2021, formando un trío de cuidado. "Phoenix sigue siendo intrigante porque, similar al año pasado, están cargadas de talento arriba", comentó Rebecca Lobo, miembro del Salón de la Fama y analista de ESPN. "La pregunta es, ¿cuán buenas serán las piezas complementarias a su alrededor?".
Si hay unas claras ganadoras de esta pretemporada frenética, esas son las Indiana Fever. No solo sumaron a Cunningham, sino también la veteranía y solidez de Natasha Howard y DeWanna Bonner. Estas incorporaciones de lujo llegan para arropar a Aliyah Boston, Rookie del Año en 2023, y a la sensación del momento, Caitlin Clark, la máxima asistente del año pasado y principal novedad de 2024, quien ha emergido del descanso visiblemente más musculada y ya suena como posible candidata al MVP.
"Tiene más fuerza, y sabes, esa era la cuestión hace una temporada; cuando las jugadoras jóvenes llegan, creo que uno de los mayores ajustes es lo físico que es la WNBA", analizó Lobo sobre Clark. La analista se pregunta "cuánto mejor, cuánto más fuerte se sentirá en tiempo de playoffs o cerca del final de la temporada gracias a la fuerza que ha ganado y cómo podrá absorber ese contacto un poco mejor". Sin embargo, la actual MVP y mejor jugadora de la liga, A'ja Wilson, no estará dispuesta a ceder su corona tan fácilmente, especialmente tras convertirse en la primera jugadora en anotar 1.000 puntos en una sola temporada.
Sus Las Vegas Aces, campeonas en 2022 y 2023, vieron partir a la querida Kelsey Plum (Los Angeles Sparks) y a la prometedora novata Kate Martin (al equipo de expansión Golden State Valkyries), pero se reforzaron con la máxima anotadora de 2023, Jewell Loyd, procedente de las Seattle Storm. Wilson, líder dentro y fuera de la cancha, lanzó sus primeras zapatillas personalizadas con Nike días antes del inicio de la temporada, y los fans esperan que vuelva a ser la arquitecta del éxito. "Estoy bendecida de estar en una liga tan de élite donde puedo aprender cada día de otras, pero también enseñar a otras", declaró Wilson, dejando claro su compromiso y ambición.