A Caitlin Clark se le acaban los récords: máxima anotadora de la historia del baloncesto universitario femenino

2024-02-16

NCAA

A Caitlin Clark se le acaban los récords: máxima anotadora de la historia del baloncesto universitario femenino

 

 

Necesitaba ocho puntos para batir la cifra de Kelsey Plum, y lo hizo a los dos minutos de partido.

 
Caitlin Clark, celebrando con sus compañeras. /Reuters
Caitlin Clark, celebrando con sus compañeras. Reuters

Escrito por Alejandro Gaitán

Por primera vez en su carrera, el pasado domingo, Caitlin Clark se quedó sin anotar en un cuarto periodo en el que jugó un segundo. La estrella de Iowa, en busca del récord de más puntos en la historia del baloncesto universitario femenino, no pudo evitar la remontada de Nebraska. Por eso, cuando llegó la noche del jueves, y necesitando solo ocho puntos para convertirse en la reina de la anotación de la NCAAW, no dio margen a la duda. A los dos minutos, Clark había conseguido los ocho puntos necesarios, y lo hizo a su manera: con un triple muy lejano. Al final del partido, con Iowa venciendo a Michigan, sumaba 49, el máximo de su carrera colegial, dejando atrás a Kelsey Plum. Y se le empiezan a acabar los récords a la jugadora.

 

 

Es la sensación del baloncesto universitario, con mucha diferencia. La temporada pasada se quedó a un partido de levantar el título, algo que solo pudo evitar LSU y su histórica camada, y este curso, a sus 22 años de edad, busca el primer torneo universitario para Iowa en la historia. Por ahora, este año promedia 32,1 puntos, con 8,3 asistencias y 7 rebotes por noche en 34 minutos, y con esos números, el siguiente objetivo debería ser el récord absoluto en la NCAA que todavía tiene Pete Maravich, con 3,667 puntos. A este ritmo, necesitaría cinco partidos, con el 2 de marzo como fecha potencial. La diferencia es que Pistol Pete necesitó solo tres años y un promedio de 44,2 por partido. Por delante, entre Maravich y Clark, también sigue Antoine Davis y sus 3,664 puntos, aunque no debería durar mucho.

 
 
 

La pasada semana, en la derrota ante Nebraska, Clark se convirtió en la primera jugadora en acumular 3000 puntos y 1000 asistencias en el baloncesto femenino y acumula 15 triples-dobles en su carrera, solo por detrás de Sabrina Ionescu y sus 26 con Oregon. Promedia casi 10 triples por partido lanzados, rozando el 40% esta temporada y un 38,2% en toda su carrera en Iowa. Y su impacto en la NCAAW es similar a lo que Steph Curry pudo hacer en Davison años atrás, pero con mayor éxito colectivo. Un fenómeno incomparable por eficiencia, longevidad y récords. Y la universidad de Iowa ha ganado, solo por su presencia, 16 millones de dólares más que el año anterior.

 
 
 

La lista de premios de Clark tiene el tamaño de cualquier estrella de la WNBA. En 2023 se llevó todos los galardones individuales a la mejor jugadora del año, además de ser la máxima anotadora y formar parte de los quintetos del baloncesto universitario. Un año antes, en 2022, se convirtió en la mejor anotadora y asistente de la NCAAW, y ha sido en años consecutivos mejor jugadora de la conferencia, del torneo de la Big Ten y la mejor novata de todo el país en 2021, cuando lideró el baloncesto universitario en puntos. Y hay que sumar lo conseguido con las categorías inferiores de la selección estadounidense, donde acumula tres oros: dos mundiales sub-19 en 2019 (con 17 años) y 2021, y el oro en el FIBA Americas sub-16 de 2017. En Hungría 2021 fue nombrada la MVP del torneo por delante de la jugadora de Perfumerías Avenida Silka Koné.

 

 

Acumula 125 partidos y 3,569 puntos, promediando 28,2 por noche. Solo Patricia Hoskins, entre 1985 y 1989, pudo anotar más por partido (28,4), pero nadie le iguala en cifras totales. Por el camino ha dejado, en los últimos 10 días, a Jackie Stiles, Kelsey Mitchell y ahora, Kelsey Plum y sus 3,527 puntos. La gran cuestión del baloncesto femenino es saber si puede seguir ampliando la diferencia una temporada más. Clark, al estar en el baloncesto universitario durante la temporada 2020, cuando por la pandemia se suspendió el torneo nacional, tiene la oportunidad de participar un quinto año. La opción B es mucho más sencilla: presentarse al draft de la WNBA y ser, muy probablemente, elegida con el primer pick por Indiana Fever. 

 

 

 

Sea en Indiana, o en cualquier otra franquicia WNBA, o siga un año más en Iowa, la lista de récords que Caitlin Clark batirá durante su carrera puede ser histórica. En su primera temporada se le quedó pequeño el baloncesto universitario, y el impacto que pueda llegar a tener entre profesionales es similar. La era de Caitlin Clark está a punto de empezar, pero primero toca batir la cifra de Maravich, y a poder ser, ganar un título nacional.

 

 

 
Alejandro Gaitán

Colaborador

Periodista deportivo cubriendo la NBA desde Toronto. Saliendo desde Barcelona, ha vivido en Boston, Sídney y Bogotá antes de quedarse en Canadá para traer la mejor liga del planeta de 

 

Fuente:relevo.com