La selección española de baloncesto ha dado un golpe sobre la mesa en el Eurobasket 2013 de Eslovenia al lograr una aplastante victoria ante Serbia(90-60) y con ello ha logrado la clasificación para las semifinales del torneo, donde se medirá a la selección de Francia. España, que llegó a ganar de 40 puntos, se tomó la revancha del Mundial 2009 y superó a su rival gracias a que realizó el mejor partido del campeonato y a la gran aportación de Sergio Rodríguez (22 puntos) y Rudy Fernández(19).
El comienzo de España fue de los que hacen recordar al campeón de Europa, un equipo que arrolla sin contemplaciones a quien sea que se ponga por delante. Orenga volvió a los inicios, al manual que ha llevado a este equipo a la cumbre, aunque ahora no disponga de algunos de sus jugadores más legendarios.
Defensa en zona con Ricky picoteando como una abeja todas las bolas blandas del rival y Marc Gasol intimidando a los aguerridos serbios. Calderón dirigiendo con orden, serenidad y criterio, y Rudy (10 puntos en el primer cuarto) a lo ‘llanero solitario’, anotando desde cualquier ángulo.
El primer cuarto fue una tragedia para Serbia, que veía como España se iba en el marcador sin remisión. La concentración en defensa de los de Orenga era de un convencimiento total, para dejar a su rival en tan sólo cinco puntos (21-5).
Pero si el comienzo fue bueno, la continuación fue mejor. Llegaron las rotaciones, pero España no bajó el pistón. Sergio Rodríguez se puso el equipo a la espalda y comenzó su exhibición. En diez minutos ‘el Chacho’ anotaría 14 puntos y daría tres asistencias para situar en 26 puntos la máxima ventaja en el electrónico en el encuentro hasta el momento (43-17).
Los serbios no veían la forma de anotar con comodidad. 1 de 9 en tiros de tres y 6 de 18 en triples fue el pobre bagaje del joven equipo balcánico en el primer tiempo. En España todos querían apuntarse a la fiesta. San Emeterio y Ricky ayudaron antes de que Aguilar rematase la primera parte con un triple sobre la bocina (48-23).
Seguro que en el descanso el aguerrido Ivkovic alentó a los suyos para salir a morder. Pero pronto se les acabaría el arrojo que les contagió su técnico. Claver tuvo un comienzo fulgurante para anotar siete puntos consecutivos en dos minutos que prácticamente sentenciaba el partido. La ventaja no dejaría de aumentar hasta que Llull la situó en los escandalosos 40 puntos de diferencia (29-69).
Después de tres derrotas ante Eslovenia, Grecia e Italia, en las que España había ido ganando con comodidad, esta vez no quiso sufrir en el último cuarto y los de Orenga lograron una fantástica victoria que les llena de moral antes de afrontar las semifinales ante Francia, que derrotaron a la selección anfitriona, Eslovenia, por 62-72.