“Jugar el Mundial dependerá puramente de mi físico”
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“Jugar el Mundial dependerá puramente de mi físico”
Emanuel Ginóbili regresó ayer la Argentina y dejó una puerta entreabierta con miras a España 2014. Además, habló de su continuidad en San Antonio Spurs. “Aún me siento protagonista y líder del equipo”, explicó.
Las imágenes de la final de la NBA en la que San Antonio Spurs cayó ante Miami Heat todavía están latentes. También el orgullo que despierta en los argentinos al representar tan bien al país. Por eso, luego anunciar que jugará dos temporadas más en la franquicia texana, por estas latitudes todos quieren saber si se lo volverá a ver con la camiseta de la Selección. Es una de las primeras preguntas que se le hacen en su regreso a la Argentina y Emanuel Ginóbili deja la puerta abierta para la esperanza: “Jugar el Mundial (España 2014) dependerá puramente de mi físico. Descuento que la parte mental va a estar en orden. Esta temporada fue complicada, con varias lesiones, que desgastan psicológicamente. Si estoy sano, hay más chances de jugarlo que de no jugarlo”.
Pero enseguida aclara que el seleccionado que dirige Julio Lamas debe clasificarse antes en el Premundial de Caracas. Y Manu tiene fe en los que acudirán a la cita en Venezuela. “El equipo va a jugar bien. Para lo que es América debería estar en lo más alto. Mientras haya un jugador como Scola, se marcará una diferencia. Además hay otros como Campazzo y Laprovíttola, que ya demostraron tener condiciones”.
Se cierra el tema Selección y el bahiense continúa contando sus sensaciones, tras acordar su continuidad en los Spurs. “Me sigue gustando mucho lo que hago. Hay más momentos de fragilidad que cuando tenía 25 y ahí uno se cuestiona un montón de cosas. Pero cuando te alejás un poco, te das cuenta de en qué lugar estás y en lo afortunado que sos por estar jugando finales de NBA a esta edad”. Y sí, su nivel es tan alto que se pierde la noción de que se encuentra a punto de cumplir 36 años. Así, se muestra sorprendido a sí mismo y confiesa: “No me imaginé jamás firmar por dos años a los 36. Si me preguntaban cuando me fui a Italia, pensaba jugar hasta los 33. Pero la ciencia avanzó muchísimo, se sabe más de cómo cuidar el cuerpo y sigo adorando esto”.
Para el cierre, en una mezcla de balance y deseos a futuro, Ginóbili analiza: “No tengo la misma ascendencia en el juego que en 2005, pero aún me siento protagonista y líder del equipo. En estos playoffs fue la primera vez que no rendí como esperaba. Llevaba la frente muy alta por el hecho de ser un jugador que en situaciones límite daba más de lo habitual y este año no lo sentí así. Me dolió y quiero prepararme para jugar mejor la próxima temporada”. Está claro: su instinto competitivo y su hambre de gloria están intactos. Aunque los almanaques sigan cayendo, caprichosos, su esencia sigue viva.
Hay Manu para rato.