Kevin Ware se convirtió en el protagonista involuntario del muy popular baloncesto universitario de Estados Unidos. En plena locura final del march madness de la NCAA, cuando se deciden los cuatro equipos que disputarán la Final Four de este año, Ware copa los titulares por una escalofriante lesión. Una que veteranos curtidos en mil batallas, como su entrenador Rick Pitino o el técnico rival Mike Krzyzewski (entrenador de Duke y de la selección estadounidense) no pudieron soportar.
Kevin Ware, 20 años, un nativo del Bronx, sufrió la rotura de su pierna derecha cuando cayó mal después de saltar para intentar taponar un triple de Tyler Thornton, de los Devils de Duke. Rick Pitino, mítico entrenador del baloncesto universitario y de la NBA, dijo que la tibia de la pierna derecha de Ware asomaba sobre la piel más de 10 centímetros y que a pesar del dolor que sentía, el joven jugador siempre trató de tranquilizarlos a todos.
Ware fue operado la pasada noche por un grupo de especialistas en el hospital Metodista de Indianápolis, donde se disputaba la final regional entre Louisville y Duke, que ganaron los primeros 85-63. Se le reubicó el hueso, le cerraron la herida y le insertaron un clavo para fijar la articulación. «No creo que hubéramos podido superar lo que vimos si no fuera porque Kevin Ware nos dijo que estaría bien una y otra vez. Es un joven realmente valiente, volverá», dijo un Pitio en lágrimas tras la rueda de prensa. La lesión de Ware se produjo antes del descanso y tras el paso por los vestuarios Louisville reaccionó y derrotó con claridad a Duke.
La gravísisma lesión de Ware trae reminiscencias de la que hasta ahora se consideraba la peor herida sufrida jamás por un jugador de baloncesto: la de Shaun Livingston hace 6 años. El entonces prometedor base de los Clippers se rompió tres de los cuatro ligamentos de su rodilla izquierda en un partido contra los Charlotte Bobcats. Livingston entró a canasta y cayó mal sobre su pierna izquierda, su rodilla saltó por los aires, se rompió la rótula y se le giró la rodilla. Nadie daba un duro por el jugador después de los que muchos calificaron como la peor lesión de la historia en el baloncesto.
El pasado 1 de marzo se cumplieron 6 años de la lesión de Livingston, que ahora es suplente de Kyrie Irving en los Cleveland Cavaliers. Volvió a jugar tras año y medio de recuperación. Un punto de optimismo para Kevin Ware, que ahora animará a Louisville en la Final Four contra Wichita State, Syracuse y Michigan en la luhba por el trono del baloncesto universitario estadounidense.
Fuente:
La voz de galicia
