Argentina vence a una España de dos caras (81-86)

Argentina vence a una España de dos caras (81-86)
Un primer tiempo lamentable fue un lastre demasiado grande para el combinado español que con un parcial de 26-2 en el tercer cuarto se metió en el encuentro pero no pudo rematar la faena en los instantes finales
 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.   Tamaño del texto: Aumentar el tamaño de las letras Disminuir el tamaño de las letras Enviar esta noticia por correo electrónico Imprimir noticia
Scola volvió a ser el mejor jugador de Argentina
Scola volvió a ser el mejor jugador de Argentina
FOTO: Cipriano Fornas

  

 

Logo  

 

5º y 6º puesto

 

ESP España 81 - 86 Argentina  ARG 

 

Estadísticas del partido (FIBA.com)

Fotogalería del encuentro (Cipriano Fornás)


El encuentro mantuvo la incertidumbre durante los primeros compases, donde Oberto y Marc Gasol producían un cara a cara interesante. Pero en cuanto aparecieron otros protagonistas por parte de Argentina, en cuanto llegaron los puntos de Scola y Delfino y la dirección de Prigioni, el partido se fue decantando hacia el lado sudamericano, que poco a poco iba ampliando las diferencias, hasta lograr terminar el primer cuarto con siete puntos de ventaja (16-23).

Parecía que España sacaba un poco de orgullo al comenzar el segundo cuarto y, con puntos de Fran Vázquez, se metía en el encuentro, pero el esperpento que se vio en el ataque español en los minutos siguientes, donde se acumulaban pérdidas absurdas, provocó que los argentinos pudiesen correr cómodamente la pista y ampliar las diferencias, incluso dando el técnico argentino minutos a hombres que habían disfrutado de pocas oportunidades en el Mundial. Así, con puntos de Mata y Leo Gutiérrez, los argentinos llegaban a la clara diferencia de quince puntos (22-37).

¿Indolencia? ¿Falta de actitud? ¿Falta de confianza? Lo único cierto es que los argentinos estaban muchos puntos por encima de los españoles en agresividad y el banquillo español tenía cara de funeral quedando muchos minutos por delante. El mayor reflejo era Ricky, un jugador donde destaca el desparpajo y la alegría en su juego y que se perdía en pases errados y tres faltas absurdas que le sacarían del encuentro bastantes minutos.

La diferencia crecía poco a poco, la defensa española no encontraba la fórmula para evitar los puntos cómodos argentinos, ya fuesen en la pintura o, como en este momento de encuentro, desde el triple, donde el acierto del primer tiempo fue excelso, con 7/10 desde más allá del 6,25.

Un triple de Rudy Fernández permitió que la diferencia al descanso fuese inferior a los veinte puntos que había llegado a reflejar el marcador (32-49).

Quedaban veinte minutos para acabar el Mundial rozando el ridículo y con malas sensaciones o para intentar reaccionar y dar al menos una buena imagen en los dos cuartos restantes.

Pero la salida de vestuarios tuvo poco de esperanzadora. Los argentinos seguían acertados desde la línea de tres y Delfino clavaba dos triples que ponían la diferencia en 25 (34-59). Pintaban bastos para los españoles y todo parecía perdido.

Y ahora llega una situación inesperada. ¿Cómo explicar que el partido llegó vivo al último cuarto? ¿Cómo se explica que España se puso a un punto en este mismo cuarto?

Los españoles se colocaron en zona y la pareja de la cabeza, Llull y Rudy, presionaban mucho al juego exterior argentino, provocando pérdidas y logrando correr la pista. ¡Qué bonito es ver a esta España correr! Un parcial de 8-0 fue cortado con una bandeja de Prigioni (42-61) pero llegó un nuevo parcial, esta vez de 18-0 que ponía a España a un punto (60-61). San Emeterio estuvo inmenso en estos minutos en pista, compartidos con Rudy Fernández, una variante que no hemos disfrutado en todo el Mundial, y los pívots morían por saltar, rebotear e intimidar.

Los argentinos estaban sobrepasados y sorprendidos y también buscaron protegerse con la zona, que al menos les permitió irse con ventaja al último cuarto, que era de tres puntos debido a la gran bandeja sobre la bocina de Llull (62-65).

Para comenzar el último cuarto Argentina volvió a sus orígenes, bolas a Scola y que el pívot de los Rockets resuelva y con cinco puntos consecutivos diese de nuevo un colchón a los sudamericanos (62-70). Con un nuevo 2+1 de Scola provocó la quinta personal de Fran Vázquez, que tuvo que irse del encuentro (67-75).

Una antideportiva de Scola sobre Mar Gasol provocó una jugada de cuatro puntos que era la antesala de un alley-ops de Ricky y Rudy que ponía a España a dos puntos (73-75). El partido entraba en unos instantes de intercambio, Argentina anotaba ay España recortaba.

Entonces fue Marc Gasol quien monopolizó las cuatro siguientes acciones. Con dos tapones y anotando tres de los cuatro tiros libres que lanzó, merced a dos faltas recibidas en ataque, empataba el encuentro a falta de dos minutos (80-80).

Delfino anotó y Marc sólo aprovechaba un tiro libre, por lo que un gran triple de Prigioni a falta de quince segundos le echaba el cierre al encuentro y decantaba la victoria para los argentinos. Garbajosa erraba su intento triple y una falta desesperada en el rebote permitió a Prigioni dejar el marcador final en un 81 a 86 para Argentina.


La Estrella:
Luis Scola era uno de los favoritos al MVP del torneo y hoy ha demostrado el por qué. 22 puntos y 11 rebotes, apareciendo en los momentos donde su equipo más sufría en el último cuarto y echándose el partido a sus espaldas. Puede estar orgulloso el bueno de Scola del torneo que ha cuajado.

 

Argentina vence a una España de dos caras (81-86)

Un primer tiempo lamentable fue un lastre demasiado grande para el combinado español que con un parcial de 26-2 en el tercer cuarto se metió en el encuentro pero no pudo rematar la faena en los instantes finales

 Alberto Rubio

  

 

  

 

5º y 6º puesto

 

 España 81 - 86 Argentina    

 

Estadísticas del partido (FIBA.com)

Fotogalería del encuentro (Cipriano Fornás)


El encuentro mantuvo la incertidumbre durante los primeros compases, donde Oberto y Marc Gasol producían un cara a cara interesante. Pero en cuanto aparecieron otros protagonistas por parte de Argentina, en cuanto llegaron los puntos de Scola y Delfino y la dirección de Prigioni, el partido se fue decantando hacia el lado sudamericano, que poco a poco iba ampliando las diferencias, hasta lograr terminar el primer cuarto con siete puntos de ventaja (16-23).

Parecía que España sacaba un poco de orgullo al comenzar el segundo cuarto y, con puntos de Fran Vázquez, se metía en el encuentro, pero el esperpento que se vio en el ataque español en los minutos siguientes, donde se acumulaban pérdidas absurdas, provocó que los argentinos pudiesen correr cómodamente la pista y ampliar las diferencias, incluso dando el técnico argentino minutos a hombres que habían disfrutado de pocas oportunidades en el Mundial. Así, con puntos de Mata y Leo Gutiérrez, los argentinos llegaban a la clara diferencia de quince puntos (22-37).

¿Indolencia? ¿Falta de actitud? ¿Falta de confianza? Lo único cierto es que los argentinos estaban muchos puntos por encima de los españoles en agresividad y el banquillo español tenía cara de funeral quedando muchos minutos por delante. El mayor reflejo era Ricky, un jugador donde destaca el desparpajo y la alegría en su juego y que se perdía en pases errados y tres faltas absurdas que le sacarían del encuentro bastantes minutos.

La diferencia crecía poco a poco, la defensa española no encontraba la fórmula para evitar los puntos cómodos argentinos, ya fuesen en la pintura o, como en este momento de encuentro, desde el triple, donde el acierto del primer tiempo fue excelso, con 7/10 desde más allá del 6,25.

Un triple de Rudy Fernández permitió que la diferencia al descanso fuese inferior a los veinte puntos que había llegado a reflejar el marcador (32-49).

Quedaban veinte minutos para acabar el Mundial rozando el ridículo y con malas sensaciones o para intentar reaccionar y dar al menos una buena imagen en los dos cuartos restantes.

Pero la salida de vestuarios tuvo poco de esperanzadora. Los argentinos seguían acertados desde la línea de tres y Delfino clavaba dos triples que ponían la diferencia en 25 (34-59). Pintaban bastos para los españoles y todo parecía perdido.

Y ahora llega una situación inesperada. ¿Cómo explicar que el partido llegó vivo al último cuarto? ¿Cómo se explica que España se puso a un punto en este mismo cuarto?

Los españoles se colocaron en zona y la pareja de la cabeza, Llull y Rudy, presionaban mucho al juego exterior argentino, provocando pérdidas y logrando correr la pista. ¡Qué bonito es ver a esta España correr! Un parcial de 8-0 fue cortado con una bandeja de Prigioni (42-61) pero llegó un nuevo parcial, esta vez de 18-0 que ponía a España a un punto (60-61). San Emeterio estuvo inmenso en estos minutos en pista, compartidos con Rudy Fernández, una variante que no hemos disfrutado en todo el Mundial, y los pívots morían por saltar, rebotear e intimidar.

Los argentinos estaban sobrepasados y sorprendidos y también buscaron protegerse con la zona, que al menos les permitió irse con ventaja al último cuarto, que era de tres puntos debido a la gran bandeja sobre la bocina de Llull (62-65).

Para comenzar el último cuarto Argentina volvió a sus orígenes, bolas a Scola y que el pívot de los Rockets resuelva y con cinco puntos consecutivos diese de nuevo un colchón a los sudamericanos (62-70). Con un nuevo 2+1 de Scola provocó la quinta personal de Fran Vázquez, que tuvo que irse del encuentro (67-75).

Una antideportiva de Scola sobre Mar Gasol provocó una jugada de cuatro puntos que era la antesala de un alley-ops de Ricky y Rudy que ponía a España a dos puntos (73-75). El partido entraba en unos instantes de intercambio, Argentina anotaba ay España recortaba.

Entonces fue Marc Gasol quien monopolizó las cuatro siguientes acciones. Con dos tapones y anotando tres de los cuatro tiros libres que lanzó, merced a dos faltas recibidas en ataque, empataba el encuentro a falta de dos minutos (80-80).

Delfino anotó y Marc sólo aprovechaba un tiro libre, por lo que un gran triple de Prigioni a falta de quince segundos le echaba el cierre al encuentro y decantaba la victoria para los argentinos. Garbajosa erraba su intento triple y una falta desesperada en el rebote permitió a Prigioni dejar el marcador final en un 81 a 86 para Argentina.


La Estrella:
Luis Scola era uno de los favoritos al MVP del torneo y hoy ha demostrado el por qué. 22 puntos y 11 rebotes, apareciendo en los momentos donde su equipo más sufría en el último cuarto y echándose el partido a sus espaldas. Puede estar orgulloso el bueno de Scola del torneo que ha cuajado.

 //www.encancha.com/noticia-numero11323-equipo100.html