Los blancos derrotan al Barcelona Regal en el Palacio con un partido perfecto y se adelantan 2-1.

El Real Madrid se encuentra a solo un triunfo de ser campeón de Liga después de exhibirse ante el Barcelona Regal en el tercer partido y tomar ventaja en la serie final (2-1). Con un juego que rozó la perfección tanto en ataque como en defensa, donde sobresalieron Felipe Reyes (15 puntos y ocho rebotes en 14 minutos) y Jaycee Carroll (17 puntos), y arropado por un Palacio de los Deportes que registró la mejor entrada de la temporada con 13.500 espectadores, el conjunto que dirige Pablo Laso no dio ninguna opción a su rival y volvió a demostrar que hoy por hoy es superior al Barcelona, que vio cómo su rival le endosaba un parcial de 44-19 en 20 minutos. Los madridistas intentarán este miércoles sentenciar la final por la vía rápida en el cuarto encuentro y conquistar ante su público el que sería el trigésimo primer título liguero de su historia.

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Lo que funciona bien no hay que cambiarlo. Eso debió pensar Pablo Laso, que salió con su cinco habitual en un Palacio a rebosar. Todo lo contrario que Xavi Pascual. El entrenador del Barcelona sorprendió con la entrada de Sada y Navarro por Huertas y Eidson. Sin embargo, fueron Mickeal, con siete puntos, y las seis faltas señaladas en contra a los blancos en apenas cinco minutos (dos a Singler y otras dos a Pocius), lo que les permitió contrarrestar el fulgurante inicio madridista bajo la dirección de Llull (seis puntos) y, posteriormente, la magistral ejecución de Carroll (12-11, min. 6). Desde su entrada en el 6’, el escolta norteamericano anotó todos los puntos madridistas restantes del cuarto, 12 en total, a excepción de un tiro libre de Reyes, haciendo inútil la defensa de Navarro e Ingles. Pero el movimiento de banquillo azulgrana funcionó bien y, a diferencia del resto de la serie, se convirtió en la principal arma ofensiva visitante (25-23, min. 10). 

Los blancos seguían dominando el rebote y en lo único que andaban algo despistados era en las pérdidas de balón (hasta cinco). Los árbitros mantenían el criterio del primer cuarto y en menos de tres minutos el Madrid estaba en bonus con cuatro faltas personales. Una canasta de Huertas para igualar el encuentro a 25 en el 11’ fue la única señal visitante, dando paso al mejor juego local. La defensa aumentó de intensidad, encontrando el equilibrio con el juego de ataque. El Barcelona Regal comenzó a pasarlo mal a la hora de atacar la canasta y el Madrid no permitía segundas opciones con una superioridad aplastante en el rebote en ambas zonas (16-6 en defensa y 9-3 en ataque). 

El resto fue cosa de Sergio Rodríguez, que tomó el relevo de Llull y dirigió de forma brillante al Madrid, levantando a un Palacio de los Deportes que disfrutaba con la espectacularidad de su equipo y, en especial, de Felipe Reyes. El capitán fue el gran protagonista del segundo cuarto. Se multiplicó en defensa, anulando a Lorbek, y fue imparable con su tiro letal de media distancia. Sus diez puntos y seis rebotes en ocho minutos encabezaron un parcial de 16-1 que ponía la máxima ventaja madridista en el 17’ (41-26). El despertar de Navarro con un triple y una bandeja lo neutralizó Llull antes del descanso para irse con una cómoda diferencia de 14 puntos. El Madrid había frenado en seco a los catalanes, que solo anotaron nueve puntos en este periodo (46-32, min. 20).

Los de Laso no bajaron el pie del acelerador en la reanudación. De hecho y aunque parezca complicado, alcanzó un baloncesto que rayó la perfección en el tercer cuarto. El juego colectivo blanco hundió en lo más profundo a un inoperante Barcelona Regal, que veía cómo los madridistas iban engordando la diferencia hasta la friolera de los 31 puntos (69-38, min. 29). Ni el intento de Mickeal de frenar el ritmo del partido con una agresión a Suárez que se quedó en una antideportiva pudo con el hambre de victoria del Madrid. Todos aportaban y querían contribuir a algo histórico. El Madrid se gustaba. Mirotic, Carroll, Llull, Pocius, Singler, Reyes, Tomic… llevaban a su equipo a un demoledor 70 % en acierto de dos puntos. 

La superioridad madridista era tal que al Barcelona Regal no le quedó más que bajar los brazos y asistir como un espectador más, de los 13.500 que se dieron cita en el Palacio, a la exhibición del Real Madrid, que había dejado a su rival en 19 puntos en 20 minutos. La diferencia se mantuvo alrededor de la treintena hasta el final para dar un tremendo golpe de autoridad a la serie (85-59, min. 40). Los blancos, que valoraron más del doble que el Barcelona Regal (97 por 43), pueden poner este miércoles en el Palacio de los Deportes el broche de oro a una gran temporada con el título de Liga logrando un histórico doblete. Cuarenta minutos le separan de volver a reinar en España.