El cierre patronal ya forma parte del pasado,  pero el primer día de entrenamientos para la nueva temporada de la NBA se convirtió en un caos después de la decisión del comisionado David Stern de anular el traspaso que habían acordado Hornets de Nueva Orleans con Lakers de Los Ángeles por el base Chris Paul.

La polémica decisión tomada por Stern hizo que los tres equipos implicados en el traspaso hayan apelado a la liga. Rockets de Houston también entró en el cambio al querer conseguir al ala-pívot español Pau Gasol, que había sido incluido con Lamar Odom en la compensación que Lakers ofreció a Hornets por Paul.

No se sabe cuál será la respuesta que dé Stern ante la apelación, pero lo que ha quedado claro es que, si mantiene, la anulación, Paul solo se podrá ir de Hornets, a donde el comisionado quiera o dejar al equipo sin ningún tipo de futuro si se convierte en agente libre y no reciben compensación alguna.

El traspaso a tres bandas que lograron Hornets, Lakers y Rockets iba a llegar en el peor momento para la NBA, horas antes que se votase la aprobación del nuevo convenio laboral que había ocasionado un cierre patronal de 161 días para buscar mayor igualdad y competitividad entre todos los equipos.

Una aprobación habría tirado por tierra toda esa filosofía, pero la anulación también ha dejado en evidencia la falta de cumplimiento del comisionado cuando, durante meses, había proclamado la "libertad" que Hornets, equipo que pertenece a la liga, tenía para gestionar todos los aspectos deportivos.

Lo más grave de todo en la decisión de Stern ha sido en la delicada situación en la que han quedado los jugadores implicados en el traspaso y los propios directivos de Lakers y Rockets.

Se supo que Paul también se mostró furioso por lo sucedido y sin ningún tipo de motivación para seguir con Hornets. Más frustración ha dejado el "fallido" traspaso de los jugadores de Rockets que estaban involucrados en el traspaso: Luis Scola, Kevin Martin y Goran Dragic, que saben que el equipo no contará con ellos.

Pero como los problemas no llegan solos, Stern podría estar ante otra grave situación, al conocerse de la reunión privada que mantuvieron en Miami el jugador de Orlando Magic Dwight Howard con el dueño de Nets de Nueva Jersey, el ruso Mikhail Prokhorov.

Al parecer, la reunión pudo haber violado las normas relacionadas con la manipulación del reglamento para establecer contactos entre jugadores y equipos diferentes al suyo sin que hayan sido autorizados.