Bryant a la caza de Jordan

Pongamos que Kobe Bryant no gana más anillos. Que por supuesto lo intenta pero no hay más. ¿Podemos entonces suponer que superar a Michael Jordan en la lista de anotadores históricos pase a ser un desafío personal, una meta que dejar atrás? Respecto a lo primero Bryant cuenta cinco títulos en su haber, que es lo mismo que decir muchos y adoptar así con él una postura de paz, de carrera sobradamente consumada en términos de éxito. Sobre lo segundo, en cambio, cabe detenerse. Es la irresistible cuestión que una vez más rescata el cronista del Times angelino Mark Medina.

Lejos de ser un asunto menor ocurre que cuanto más cerca la consumación de una gesta, y cuanto más difícil ésta, mayor es la entidad del logro. Lo demuestran simplemente los pocos, selectísimos precedentes allá en lo más alto de la montaña, cuyo último ascenso es lo que al fin y al cabo concede valor histórico a la hazaña.

Bryant arrancará esta nueva temporada como sexto máximo anotador de todos los tiempos con 27868 puntos, a tan sólo 728 del quinto en la lista, Shaquille O'Neal, lo que indudablemente brindará en algún momento del curso un nuevo episodio objeto de público morbo que añadir a una rivalidad que tiene tanto de triste como baldía.

Por encima de ambos el terreno es aún más estrecho y legendario, a dimensiones de Tenzing y Hillary. Así cuarto es Wilt Chamberlain con 31419 puntos, tercero Michael Jordan con 32292, segundo Karl Malone con 36928 y en lo más alto de la cima el todavía inconquistable Kareem Abdul-Jabbar, con 38387 puntos, un registro que casi con toda seguridad alcanzará intacto las tres décadas de vida. Es a partir de entonces, 2014, cuando entramos en el orbe más seductor y especulativo y como protagonista, por ahora en solitario, el astro angelino.

Bryant cuenta 33 años. Inicia ahora la primera de tres temporadas restantes por contrato que vería expirado en junio de 2014 a la edad de 35 años, la misma con la que Michael Jordan cerró el periodo más importante de su carrera con el sexto título en 1998. Desde sus dos campañas de explosión anotadora en 2006 y 2007 (35.4 y 31.6) Bryant no ha bajado de los 25 puntos por noche en las cuatro últimas. Si bien su tendencia marca una lógica descendente (28.3/26.8/27.0/25.3) un ligero conocimiento de su perfil técnico invita a concebir tres años más por encima de los 1500 puntos por temporada. Esta última, por ejemplo, se fue a los 2078 (25.3).

De manera que si aprobamos la posibilidad de que, hasta fin de contrato, Bryant acumule una cantidad en torno a los 4500 puntos estaríamos en disposición de verle superar la barrera de los 32600 puntos en la primavera de 2014.

Mientras resulta difícil imaginarle alcanzar a Malone y, por supuesto, Abdul-Jabbar (Medina proyectaba una media imposible de 39.3 y 45.7 puntos en los próximos 230 partidos), es razonable creer que sin lesiones de por medio –su rodilla derecha como mayor riesgo– y a un nivel técnico que él mismo se ha ganado como presupuesto, la tercera posición histórica en la suerte más importante del juego, hoy en propiedad de Michael Jordan, acabe algún día en sus manos.

Y ya puede desdeñarse este asunto, que el mismo Bryant silenciará, como superfluo y menor que a medida que el objetivo esté más cerca mayor importancia cobrará sin saber realmente dónde lo hará con más fuerza: si en el alma del jugador o en la del gran público. Cuesta creer que no apriete más en la primera. Basta entender la mentalidad depredadora de este deportista para asumir este interesante proceso como inevitable.

Fuente:

//es.eurosport.yahoo.com