BALONCESTO MUNDIAL SE NUTRE DEL "LOCKOUT"

Más de medio centenar de jugadores de la NBA aprovecharon el "lockout" para nutrir las ligas de baloncesto del resto del mundo, aunque con una salvedad: las grandes estrellas no emprendieron el viaje de ultramar.

El cierre patronal provocado por el conflicto entre los propietarios de los clubes y el sindicato de jugadores de la NBA condujo a una postergación -se teme también una cancelación completa- del incio del torneo de baloncesto más importante del planeta.

Así, 64 jugadores de la liga norteamericana pusieron sus ojos en ligas del resto del mundo. Los campeonatos turcos, españoles, italianos y rusos, entre otros, se alimentaron del furor generado por las incorporaciones y aprovecharon la oportunidad para exponer "el estilo europeo" al gigante estadounidenses.

Así y todo, las enormes cifras de las pólizas de seguro de los jugadores, sumada a la crisis económica de Europa y a la falta de recursos en Sudamérica dificultaron demasiado la opción de que las grandes figuras de la NBA probaran suerte en otro lugar del mundo.

Sólo Deron Williams, incorporado al Besiktas turco, y Tony Parker, en el ASVEL francés, pueden ser considerados como estrellas de renombre entre los que se sumaron a nuevos clubes durante el conflicto en la NBA.

La gran mayoría de los "emigrados" son basquetbolistas de la segunda línea de sus equipos o jugadores de primeros años como profesionales, con ansias de mostrar su calidad de cara al futuro

De los 64 jugadores que emigraron, sólo diez jugaron como titulares al menos 41 partidos -la mitad de la temporada regular- en la última temporada de la NBA. Además, apenas tres jugadores promediaron más de 15 puntos por partido en el último año: Parker, Danilo Gallinari (se unió al Olimpia Milano) y Wilson Chandler (Zhejiang Guangsha, de China).

"Lo que me motiva de verdad es jugar en Francia, ante mis amigos, mis fans y la gente que ha seguido mi carrera desde el inicio. En la NBA juegas a las tres de la mañana de Europa y es difícil para ellos seguir los partidos", aseguró Parker, ganador de tres títulos con los San Antonio Spurs.

El caso de Parker es, incluso, atípico entre todos los protagonistas del éxodo, porque el base francés es uno de los accionistas del ASVEL, el equipo por el que fichó. Por eso es que juega por un inusual salario de 1.500 euros (dos mil dólares) por mes, y por eso él mismo se pagó el seguro desde su bolsillo.

En la liga española, Rudy Fernández y Serge Ibaka se sumaron al Real Madrid, mientras que los hermanos Gasol se entrenan en Barcelona, aunque no consideran jugar algún partido oficial, al menos hasta que haya una resolución final en el conflicto patronal de la NBA.

"Estoy esperando que acabe pronto para volver a disfrutar del mejor baloncesto y yo, personalmente, de volver a jugar con los Lakers", aseguró hace unos días Pau.

En el caso de la Liga argentina, se encuentra el enorme contratiempo de las pólizas de seguro de los jugadores.

Hasta el momento, Emanuel Ginóbili se entrena con Estudiantes de Bahía Blanca, Luis Scola lo hace con Obras Sanitarias y Andrés Nocioni, con Peñarol de Mar del Plata.

Si bien Scola y Carlos Delfino causaron furor en dos partidos de exhibición en la provincia de Santiago del Estero, las posibilidades de ver a los argentinos de la NBA en partidos oficiales de su liga es muy remota.

Para poder contar con jugadores como Ginóbili o Scola, cualquier club de la liga argentina tendrá que abonar cerca de un millón de dólares, sólo por la póliza de seguro de cada uno. Es un monto cinco veces mayor al que se pagó para que las dos estrellas jugaran el torneo Preolímpico de Mar del Plata.

Scola se negó a participar con Obras Sanitarias en la fase final de la Liga Sudamericana: "Aquí me dan todo lo que tienen y estoy bárbaro. Pero por ahora eso es algo que ni tengo en los planes". Y agregó: "Lo importante es poder entrenarse y tener un espacio para no perder ni forma ni juego".

Otros problemas para la salida de las grandes estrellas de la NBA radica en la enorme diferencia de salarios a percibir entre Europa y la NBA, que puede llegar a ser hasta siete veces menor en sus nuevos clubes, así como la adaptación a un nuevo país y una nueva liga.

Al no estar resuelto aún el "lockout", los jugadores dudan sobre la necesidad de cambiar tanto el escenario, cuando aún no se sabe la fecha de regreso de la NBA.

"Es un cambio en el estilo de vida y uno tendría que adaptarse. Posiblemente, en el momento que uno llega a sentirse cómodo, es el momento de regresar a casa", explicó la figura de los New York Knicks, Carmelo Anthony.

La tensión entre los propietarios de la NBA y los jugadores aún se mantiene viva. El punto principal del conflicto reside en el porcentaje de los ingresos totales de los clubes destinado a los jugadores.

Hasta el año pasado, los deportistas se adjudicaban un 57 por ciento de la ganancia total, mientras que para el actual curso, los clubes les ofrecieron un 47 por ciento y cada punto porcentual equivale a 40 millones de dólares./DPA

 

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