Rodman entra entre lágrimas en la aristocracia del baloncesto
Rodman y sus rebotes fueron piezas clave del dominio de los Bulls de Jordan y Scottie Pippen. Springfield, EU.- El controvertido Dennis Rodman entró emocionado y entre lágrimas en la aristocracia del baloncesto al ingresar en el Salón de la Fama de la NBA.
El ex compañero de Michael Jordan en los triunfales Chicago Bulls de los 90 fue presentado el viernes por la noche por su entonces entrenador, Phil Jackson, en la ceremonia de ingreso en el "olimpo" de Springfield, en el estado de Massachusetts.
Rodman y sus rebotes fueron piezas clave del dominio de los Bulls de Jordan y Scottie Pippen. Pero antes, el pivot ya había ayudado a los Detroit Pistons a ganar otros dos títulos. En total, logró cinco anillos de campeón de la NBA.
En su homenaje, el jugador estadounidense de 50 años hizo gala de su fama de extravagante y, aunque escondió sus innumerables tatuajes bajo una chaqueta negra con sus iniciales bordadas en color plata, subió al estrado con gafas oscuras y una boa de plumas al cuello.
"No he jugado por el dinero ni por ser famoso", dijo en su emotivo y muy personal discurso, que tuvo que interrumpir varias veces por las lágrimas. "Lo que ven aquí fue sólo una ilusión. Yo quise ser un individuo todo color".
Junto a Rodman, otras nueve figuras del baloncesto ingresaron el viernes en el Salón de la Fama, entre ellas el dos veces campeón olímpico Chris Mullin, que formó parte del "Dream Team" de Barcelona 1992, y el pivot lituano Arvydas Sabonis, que brilló en el Real Madrid y fichó a los 31 años por los Portland Trail Blazers.