Cierre patronal en la NBA y quiebra en el fútbol

 

Cierre patronal en la NBA y quiebra en el fútbol

01/07/2011 | 13:46

Dos formas distintas de ver las cosas: americanos y europeos. Allende los océanos, se trata de poner un techo de gasto al campeonato de baloncesto más rico y espectacular del mundo a costa de perder parte de la temporada; en Europa, quiebran los clubes derrochones (en España) y malean los maleantes de siempre (en Italia). Y nada ocurre.

Hoy el comisionado NBA David Stern ha anunciado la falta de acuerdo entre clubes y jugadores. Motivo de la contienda, la renovación del contrato colectivo con dos puntos fundamentales en discusión: el techo de gasto en salarios, para el que se proponía una reducción de 600 millones de dólares y el reparto al 50% de los ingresos por otros conceptos (básicamente sponsorships), hasta hoy fijado en un 57% a favor de los profesionales.

La consecuencia de todo ello es que el campeonato no empezará previsiblemente hasta enero, y que los jugadores no percibirán el sueldo correspondiente, ni podrán sus agentes contactar con otros clubes del entorno NBA.

Vamos: un pulso en plena regla con unas posturas extremadamente firmes por parte de los equipos directivos de los teams NBA. Teniendo en cuenta que sólo 8 de los 30 clubes NBA pueden presumir de cuentas saneadas, parece bastante lógico y loable que no hayan cedido a las presiones de los (millonarios) jugadores. Todo un ejemplo también para el mundo empresarial estadounidense.

En el Viejo Continente, en cambio, encontramos otras situaciones: en Italia se ha descubierto la enésima trama de corrupción y apuestas clandestinas que ha falseado muchos partidos de Primera y Segunda. Enhorabuena a los premiados, vaya demostración de seriedad. En España, van cayendo en la quiebra (rectius: van entrando en concurso) diversos clubes de fútbol debido a la alegre gestión de sueldos, fichajes, estadios, patrocinios, etc. etc.

Se me puso la piel de gallina cuando el otro día escuché en un telediario a un miembro del Gobierno (creo que se trataba del secretario de Estado para el Deporte) que afirmaba todo orgulloso y rotundo que no se ayudarían a los clubes con dificultades financieras. Hasta aquí podíamos llegar: ¿hacía falta la declaración del político? ¿Alguien acaso pensaba que los contribuyentes debían correr con el fichaje de Trezeguet? Como decía aquel actor, un poquito de por favor...

EEUU y Europa, desde luego, son dos entornos distintos. Ambos tendrán sus más y sus menos, pero me quedo con la firmeza de los equipos de la NBA en la gestión del nuevo contrato colectivo (atentos agentes sociales españoles: de las pequeñas cosas se pueden sacar moralejas y enseñanzas), aunque esto quiera decir retrasar el desembarco de ese gran entrenador (esa gran persona) que es Ettore Messina en el campeonato más espectacular del mundo.


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