Sería un volver a nacer para él. Un verdadero reencuentro consigo mismo luego de casi tres meses que le parecieron eternos. “Sin el básquet no me siento igual. A mi vida le falta algo”, dijo en reiteradas ocasiones Fabricio Oberto, luego de anunciar su retiro de la actividad profesional el 4 de noviembre pasado, con una arritmia cardíaca que le impedía competir con normalidad.

Y es que ni la presentación del vino que lleva su nombre, ni el del museo con la historia de su carrera en Carlos Paz, ni ser la cara visible del Preolímpico de Mar del Plata que se jugará en agosto le alcanzaron para llenar ese vacío que había dejado en su vida el deporte de la canasta. Pero... como tantas veces lo hizo dentro de la cancha, esta vez el cordobés comenzó a pelearla fuera del rectángulo. Su meta era volver a jugar y ayer dio un gran paso para hacerlo.

¿La razón? Según informaron sus allegados, el pivote oriundo de Las Varillas superó con éxito los exámenes que le realizaron en el corazón en Estados Unidos y estaría cerca de volver al ruedo.

El ex Atenas, San Antonio Spurs, Washington Wizards y Portland Trail Blazers estuvo ayer en la ciudad de Austin, en la Texas Cardiac Arrhythmia, centro médico en el que el doctor Andrea Natale le realizó diversos estudios y que tuvieron saldo favorable.

¿Cuál es la meta de Oberto? Ser parte del equipo argentino en el Preolímpico. Y justamente hoy, a las 18, irá a un centro Cardiológico de Buenos Aires, donde lo acompañará el doctor de la Selección, Diego Grippo, para tener un diagnóstico final.

“Mantuve diálogo permanente con él y las cosas le han salido bien en Estados Unidos. Acá lo esperamos con los brazos abiertos. Él siempre quiso reencauzar su contrato en la NBA, pero, si no se le da y puede volver a jugar, vamos a hacer un esfuerzo por traerlo” le dijo ayer el presi de Atenas, Felipe Lábaque, a Día a Día. Igual, el Verde sólo podría utilizarlo en los playoffs, según el reglamento de la LNB.

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