Nueva era busca nuevo campeón
2025-06-05


Nueva era busca nuevo campeón
Esta noche (02:30, hora española) arrancan la Finales 2025 de la NBA. Habrá relevo para los Celtics tras una serie en la que los Thunder son favoritos.
Es junio, y ya no está jugando Boston Celtics, el campeón caído y, cuando empezó la temporada, el gran favorito para repetir título. Algo que, por cierto, nadie ha hecho desde los imposibles Warriors de Stephen Curry y Kevin Durant (2017 y 2018). En unos días, de hecho, la NBA tendrá, por primera vez en su historia, un séptimo campeón distinto en siete temporadas. Tampoco está el último finalista, Dallas Mavericks, que optó por la lobotomía para arruinar la mejor opción que había tenido de reinar desde el título de Dirk Nowitzki, en 2011. Tampoco está el equipo al que los Mavs enviaron a Luka Doncic, unos Lakers que también tenían a LeBron James; ni los Nuggets con el que casi todos consideran el mejor del mundo, ahora: Nikola Jokic. Ni los Knicks del quinteto atómico (Brunson, Bridges, Anunoby, Hart, Towns), ni los Cavaliers que ganaron 64 partidos de fase regular. Ni las estrellas emergentes (Anthony Edwards y sus Wolves) ni las de siempre (Stephen Curry y Jimmy Butler reunidos en los Warriors).
No, son otros tiempos para la NBA. Los de la paridad y el equilibrio gracias a un convenio colectivo que castiga la concentración de estrellas, el gasto disparado en plantillas y, así, la confección de súper equipos. El campeón de 2025 saldrá de una batalla entre rivales con muchas cosas en común: plantillas jóvenes, rápidas y muy profundas. Con el talento distribuido, recursos y energía. “Hay un nuevo patrón. Mandan los equipos jóvenes que corren la pista sin parar y se mueven por el poder de la amistad. Nosotros, los Thunder…”. Así lo definió Myles Turner, el pívot de Indiana Pacers, el campeón del Este que a partir de esta noche (02:30, hora española) reta al nuevo rey del Oeste, Oklahoma City Thunder.
Esta combinación, Thunder-Pacers, dos mercados pequeños en una final que no apunta a audiencias televisivas desbocadas, no estaba en ninguna cuenta cuando comenzó la temporada. Los Pacers, el orgullo de ese estado de Indiana en el que el baloncesto es más que un deporte, llevaban desde 2000 sin pelear por un título que nunca han ganado. El año pasado jugaron la final del Este, pero pocos les tomaron en serio hasta que aceleraron, en este curso, después de fin de año. Empezaron la temporada 10-15 y llegaron al 1 de enero en negativo (16-18). Pero, desde entonces, apilan un excepcional 41-13 cuando no falta su gran estrella, el timón del equipo: Tyrese Haliburton, un base de 25 años que fue campeón con el Dream Team de París 2024. Los Pacers son un equipo agresivo, valiente, vertiginoso, divertido, ultra competitivo, profundo… pero que no es ni mucho menos favorito. Acabó cuarto de su Conferencia y la historia dice que desde que hay 16 equipos en playoffs solo un campeón ha partido desde más allá del tercer puesto, los Rockets de 1995.
Ningún jugador a las órdenes de Rick Carlilsle (el cuarto entrenador que puede ser campeón con dos franquicias: hasta ahora Alex Hannum, Pat Riley y Phil Jackson) recibió votos para el MVP; y los únicos equipos que empezaron un curso con menos opciones de llegar a la final y lo lograron fueron los Nets de 2002 y los Heat de 2020, en la Burbuja. Los dos perdieron. Así que sí hay un favorito claro: Oklahoma City Thunder tiene al nuevo MVP, Shai Gilgeous-Alexander (base canadiense de 26 años), una de las mejores defensas de la historia por casi cualquier variable estadística y unos números que aplastan: ganó 68 partidos en fase regular y llega a la final con 80 victorias y solo 19 derrotas si se añaden los playoffs. Solo los Warriors de 2016 y los Bulls de 1996, Stephen Curry y Michael Jordan, ganaron más partidos antes de la final.
Los Thunder están firmando, por lo tanto, una de las mejores temporadas de la historia. Desafiando muchos clichés: es el cuarto equipo más joven de la NBA (24,7 años de media) y el sexto (167,5 millones) que menos gasta en salarios. Los mejores equipos, los que van a por todas, suelen ser más veteranos y más caros. Esta es, de hecho, la primera final con dos franquicias que no pagan impuesto de lujo por superar el límite permitido en sueldos. Pero es que es otra NBA, una en la que los súper equipos se hacen, no nacen, y que tendrá nuevo e inédito campeón cuando acabe una eliminatoria apasionante que arranca esta noche y que se presenta con estos datos:
-Es la primera Final de la NBA sin ningún equipo metido en pago de impuesto de lujo desde que este existe. Hasta ahora, 26 de los 44 finalistas anteriores habían sido pagadores y también 16 de los 22 campeones desde este ajuste en el convenio para controlar el gasto en plantilla. Esta temporada ha habido diez franquicias por encima de ese luxury tax, el tope en quince años. Los Pacers son el decimoctavo en payroll (gasto en plantilla), los Thunder, vigesimoquinto. Desde que los Heat pagaron 13,2 millones extra en 2012 y se llevaron el título, los campeones que no han pagado han sido los Spurs de 2014, los Warriors de 2015 y los de 2017 y los Lakers de 2020. Antes, los Heat de 2006.
-Realmente es la NBA de la paridad: por primera vez en la historia habrá siete campeones distintos en siete temporadas consecutivas. Y por primera vez desde el tramo 1973-78, el Oeste ha tenido seis distintos en seis playoffs. El último equipo que ha repetido título sigue siendo Golden State Warriors en 2017 y 2018.
-Desde el 1 de enero, el mejor equipo de la NBA es Oklahoma City Thunder con un 80,3% de victorias (53-13). El segundo mejor porcentaje de victorias en ese tiempo es de los Pacers con un 71,9% (46-18).
-La prueba de que los Pacers han ido escandalosamente de menos a más la da este dato: en el parón del All Star tenía menos probabilidades estadísticas (0,8%) de llegar a las Finales que los tres equipos que acabaron llevándose los tres primeros picks del draft en la lotería, Mavericks (1,8%), Spurs (1,1) y Sixers (1,2). Si se va al inicio de temporada, solo hay dos equipos que han llegado a las Finales desde una situación menos probable, los Heat de 2020 (el año de la burbuja) y los Nets de 2002. Los dos perdieron.
-Este será el primer anillo para una de las dos franquicias: los Thunder llegaron a Oklahoma City Thunder en 2008, procedentes de una Seattle que perdió a los Supersonics, un histórico y el campeón de 1979. Pero en la mudanza no reclamaron ese título (como el nombre o los colores) que volverán a ser de unos Supersonics que, es un rumor constante, volverán en la próxima expansión de la NBA. En OKC, los Thunder solo han jugado unas Finales, y las perdieron en 2012 contra Miami Heat. Los Pacers fueron uno de los equipos más exitosos (deportiva y socialmente) de la vieja ABA. Allí ganaron tres títulos entre 1970 y 1973. Pero a partir del merger, la fusión NBA-ABA, no han ganado ningún título más. Jugaron la Final de 2000, pero la perdieron contra los Lakers. Otro equipo de los cuatro que saltó a la NBA desde la ABA en el merger, los Nets, sigue sin ganar en la nueva liga. Dos sí lo han hecho (Spurs y Nuggets). Así que el campeón de esta Final lo será por primera vez. Esto no sucedía con los dos finalistas desde 2006 (Miami Heat-Dallas Mavericks).
-El ritmo será una de las claves de la Final más rápida, a priori, de la historia por pace: los Thunder juegan a un ritmo de 100,6 posesiones, todavía más alto que (98,4) el de los vertiginosos Pacers.
-Los dos equipos, sobre todo los Thunder, juegan rápido porque generan muchas pérdidas del rival. Y los dos cuidan la bola a pesar de ese ritmo frenético, una de las claves de su éxito: en playoffs los Thunder son el mejor equipo en puntos en transición (17,8) y los Pacers, terceros (15,5); Y son los dos mejores a la hora de controlar esa producción del rival: los Thunder solo reciben 9,3 y los Pacers 9,4. En puntos tras pérdida del rival, también son primero y segundo: 23,8 y 18,5. Y en el control de los del contrario, lo mismo: solo 12,5 reciben los Pacers, el mejor, y 12,6 los Thunder, que tienen un demoledor +5,6 en la diferencia entre sus pérdidas las del rival por el +1,8 de los Pacers. Estos, sin embargo, están cerca (+7,3) de la ventaja que sacan los Thunder por partido (+7,7) en puntos en transición.
-La batalla por las pérdidas es especialmente relevante en la NBA actual: en estos playoffs, y hasta las Finales, el equipo que apila menos gana el 72,6% de los partidos (53-20). Un salto con respecto a la temporada pasada (60%) que estuvo algo por debajo de la media total de la última década (62%).
-Tyrese Haliburton es fundamental en esa lucha por el control de las posesiones. Un base con el don de jugar a toda velocidad y de asumir riesgos en sus pases sin cometer pérdidas. En playoffs acumula ya tres partidos (dos esta temporada) de al menos 30 puntos y 15 asistencias con cero pérdidas. Desde que se tienen en cuenta las pérdidas (temporada 1977-78), ningún jugador había firmado en las eliminatorias más de un partido con esas coordenadas estadísticas. El base lleva 156 asistencias en playoffs. Desde que existe el tiro de tres (temporada 1979-80) se ha llegado a esa cifra 46 veces en playoffs. De todos esos casos, Haliburton tiene la segunda mejor cifra en pérdidas, solo 1,9 de media. A una décima del mejor dato, las 1,8 de Rajon Rondo en 2008 con los Celtics. Si se añade la regular season, el de los Pacers lleva once partidos con 15 o más asistencias y sin pérdidas. Solo han sumado más John Stockton (14) y Chris Paul (13). Haliburton, claro, tiene todavía 25 años…
-Solo hay en esta Final tres jugadores que han sido campeones de la NBA antes: en los Thunder Alex Caruso (Los Angeles Lakers, 2020) y en los Pacers, Pascal Siakam (Toronto Raptors 2019) y Thomas Bryant (Denver Nuggets, 2023). Los dos primeros han jugado seis partidos en la lucha por el título, el tercero solo uno. Y Aaron Nesmith (Pacers) jugó cinco con los Celtics en 2022.
-Esta es la primera Final desde 2007 en la que ninguno de los dos equipos jugó en la señalada jornada del 25-D, los partidos del día de Navidad en la NBA. Y los Pacers no tuvieron ni un voto, de ninguno de sus jugadores, para el MVP. Ni siquiera un Tyrese Haliburton que firmó un pobre inicio de una temporada en la que ha acabado siendo uno de los jugadores más determinantes de la NBA. El último finalista sin ningún voto para el MVP fue Boston Celtics en 2010. El último campeón, Washington Bullets en 1978.
-Los Celtics de 2022 también estaban por debajo del 50% en Fin de Año en 2022, pero con una victoria más que estos Pacers (17-19 por 16-18). Antes lo lograron los Bucks en 2021 (pero solo con un 2-3 porque el calendario estaba transformado por la pandemia), los Rockets de 1981 (16-22) y los Sonics de 1978 (17-20).
-Desde que los playoffs se ampliaron a 16 equipos, en 1984, solo tres equipos han llegado a las Finales desde el cuarto puesto de su Conferencia y ninguno ha sido campeón: los Mavericks de 2006, los Celtics de 2010 y los Cavaliers de 2018. En ese tiempo, solo un equipo ha sido campeón sin haber terminado como máximo tercero en su lado del cuadro, los Rockets de 1995 (quintos del Oeste). Como cuarto, antes de esa etapa de los playoffs, hubo un campeón: los Celtics de 1969.
-Rick Carlisle ganó el anillo de 2011 con Dallas Mavericks y aspira a este de 2025 con Indiana Pacers. Sería el decimoquinto entrenador con al menos dos títulos de campeón… y tan solo el cuarto que ha ganado al menos uno con dos franquicias distintas. Hasta ahora solo lo han logrado Alex Hannum, Pat Riley y Phil Jackson.
-Cosas de mercados pequeños: a nivel mediático, Indiápolis es el número 25 de Estados Unidos y Oklahoma City, el 47. El precio medio de las entradas está en 1.147 dólares, muy alto pero un 25% menos que en las Finales del año pasado (Celtics-Mavericks).
-El factor cancha importa: los Thunder fueron el mejor equipo local de la NBA en regular season (35-6). En los playoffs del Oeste ha firmado un 8-1 en OKC, la única derrota contra los Nuggets y tras una remontada final increíble cerrada con un triple de Aaron Gordon. En los nueve partidos, tienen un +221, un dato asombroso como local: el mejor es el de los Celtics en 2008, un +195 en catorce partidos.
-Los Thunder están, desde luego, firmando una de las mejores temporadas de siempre. 68 victorias es el cuarto mejor dato de la historia (el tope es 73, de los Warriors). Con la mejor diferencia de puntos de siempre (+12,9 por el +12,3 de los Lakers de 1972), el segundo mejor net rating de siempre (+12,8 por el +13,4 de los Bulls de 1996), el récord (entre fase regular y playoffs) de victorias por diez o más puntos (61, por ahora) y doce por 30 o más, a una de la mejor marca (los Lakers de 1987). En estos playoffs tienen una diferencia de puntos de +10,8, la mejor desde los Warriors de Stephen Curry y Kevin Durant en 2017 (+13,5). Y eso contando, en el caso de estos Thunder, con una derrota por 42 puntos contra los Timberwolves...
-Los Thunder fueron mucho mejores que los Pacers en la regular season: tuvieron el mejor net rating de la NBA y los Pacers el decimotercero. La diferencia entre ambos era como la que habían entre los Pacers y Charlotte Hornets, uno de los peores equipos de la liga. Pero los Pacers están en estado de gracia: su 61,7% en true shooting percentage (el dato que equilibra tiros de dos, triples y tiros libres: todos los lanzamientos) en playoffs está por encima del mejor dato de la fase regular, el de Cleveland Cavaliers. Y eso se suma a un ritmo vertiginoso: los de Carlisle llegan a campo contrario con 20 segundos o más de posesión (de 24 totales) en el 73,5% de sus ataques. No hay ningún otro equipo así en playoffs. Antes, en regular season, eran el equipo con menos segundos y dribblings por contacto con la bola, un dato que explica la velocidad y el ritmo constante de su circulación. Eso les hace ser algo más efectivos que los Thunder en el juego en cinco contra cinco. Los del Oeste han bajado sus porcentajes de tres en playoffs y, si se quitan tiros forzados en finales de cuartos y los minutos de la basura de los partidos, tienen el decimocuarto peor porcentaje en tiros de tres de los 16 equipo que llegaron a las eliminatorias. En ataque en estático, los de Mark Daigneault tienen el quinto rating ofensivo en las eliminatorias (los Pacers, el primero), más de siete puntos peor (de 104,6 a 97,3) que su cifra de regular season.
-Más números que hablan del tremendo nivel de los Pacers en las últimas semanas: dan cuatro pases o más en el 22,5% de sus ataques (más que nadie en playoffs), y en esas jugadas solo cometen pérdidas el 8,8% de las veces, un dato bajísimo. Además, rompen la norma actual de lanzar de tres o cerca del aro: el 12,1% de sus tiros son de dos pero desde fuera de la zona. En esos lanzamientos tienen un excelente 47,4%. Su eficiencia es la mejor en esos tiros largos de dos (0,94 puntos por lanzamiento) y en triples (1,23). Y tienen un excepcional 46,9% en triples desde las esquinas… uno de los tiros que más concede, por diseño, a los rivales la frenética defensa de los Thunder. Las conexiones de los Pacers son claras: tienen dos de las seis parejas que más pases de canasta han apilado en la temporada: Haliburton a Pascal Siakam es la cuarta (146) y Haliburton a Myles Turner (140), la sexta. La primera es James Harden a Ivica Zubac en los Clippers (209). Los Pacers son una respuesta perfecta para estos tiempos en los que se tiran (el 42,1% de los lanzamientos totales) más triples que nunca, desde más lejos que nunca (7,98 metros de media en los frontales), con los bloqueos más lejos que nunca del aro (7,8 metros) y con defensas que cambian permanentemente los emparejamientos en le 24,6% de las jugadas, casi cuatro veces más que hace una década.
-Phil Jackson dijo que los verdaderos aspirantes al título llegaban a 40 victorias antes de perder 20 partidos. Los verdaderamente de elite llegan… a 80 antes de 20. Los Thunder están en las Finales con 80 victorias y solo 19 derrotas. Solo trece equipos lo habían logrado. Es la tercera mejor marca de triunfos antes de la serie por el anillo: 85 los Warriors de 2016, 83 los Bulls de 1996.
-Los Thunder no son tan extremadamente buenos por su experiencia ni el largo recorrido en la NBA de sus jugadores: son el equipo más joven de toda la NBA (24,7 años), un dato muy poco habitual en el mejor equipo de la liga. De hecho, desde 1955 solo ha habido un equipo más joven en las Finales: los Trail Blazers de 1977, el año de Bill Walton y la blazermania.
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Fuente:as.com/.