A la decimotercera va la vencida, o algo así pensarían en el vestuario de los Lakers anoche. Porque por fin, tras doce derrotas seguidas contra Denver, cada duelo desde diciembre de 2022, los Lakers por fin le han podido ganar a Nikola Jokic. De la mano de LeBron James, evitaron ser barridos por segunda temporada consecutiva y alargan la serie a, como mínimo un quinto partido, el lunes. Y el dato: 151 veces un equipo se ha puesto 3-0, y 151 se ha llevado la serie. ¿Creen suficiente los Lakers como para siquiera imaginar ser el primero?

LeBron James metió 30 puntos, Anthony Davis otros 25 con 23 rebotes y un 11/17 en tiros, además de 6 asistencias. Y por si la aparición de sus dos estrellas no fuera suficiente, D'Angelo Russell y Austin Reaves aportaron 21 cada uno, con un gran partido del base tras quedarse en 0 puntos en el tercero de la serie. Le salió todo bien a los Lakers, que dominaron los tableros, y por primera vez, supieron sacar una ventaja y mantenerla. Porque en lo que va de serie, casi 200 minutos, los Lakers han liderado en el partido por casi 140, por apenas 42 minutos de Denver. Los Nuggets han sabido remontar en las segundas partes, pero esta vez, LeBron dijo que no. Porque el Rey metió 14 en el último cuarto para mantener la distancia.

 

Y eso que Nikola Jokic jugó uno de sus partidos. 33 puntos, 14 asistencias, algunas descomunales e imposibles para el jugador NBA promedio, y otros 14 rebotes. Pero a los Nuggets no les salió casi nada más allá del serbio. Solo los 27 puntos de un Michael Porter Jr que se está mostrando más regular en el total de la serie que Jamal Murray, quien metió 22 puntos en 23 tiros. El banquillo, una de las grandes incógnitas de estos Nuggets, se quedó en apenas cinco puntos entre los cuatro jugadores y solo un tiro anotado y esta vez a Denver le faltó una marcha extra en el final de partido, esa que suelen perder los Lakers pero que al borde del precipicio supieron encontrar. Y alargan la serie.

Los Nuggets iban a volver a Denver seguro, pero ahora el avión de los Lakers les seguirá para el partido del lunes. El campeón necesita cerrar sí o sí la eliminatoria en casa, porque con Oklahoma y Minnesota a punto de barrer sus series, no se puede permitir el riesgo de tener menos descanso y más minutos en las piernas que sus dos principales rivales. Y mientras, los Lakers sueñan. Porque hasta la fecha, solo dos veces un equipo ha perdido dos años seguidos contra el mismo rival por 4-0: Atlanta Hawks y Toronto Raptors, ambos ante LeBron James. Y el #23 no quería pasar al otro lado de la historia, no esta noche. Aunque el lunes sea otro punto de partido para el campeón.

 

El principal foco estaba en Miami. Porque el mejor equipo de la NBA, según la clasificación de temporada regular, se jugaba ponerse por debajo en la serie si no ganaba en la pista de los Heat. Boston lo sabía y respondió con una primera parte impoluta, tirando de defensa, dejando a Miami en 12 puntos al primer cuarto y 39 al descanso. En un esfuerzo colectivo, con sus cuatro mejores jugadores por encima de los 16 puntos, Boston consiguió ganar pese a que los triples no entraron (11/37) y recupera el factor pista, poniendo el 2-1 en la serie. Jayson Tatum y Jaylen Brown, con 22 cada uno, fueron la referencia en ataque, aunque la clave fue la intensidad.

"No ajustamos mucho" dijo Joe Mazzulla al acabar el partido. "Jugamos un poco más duro, marcamos el ritmo y el nivel físico del partido, cosas simples" aseguraba. Y lo notaron los Heat, que tras meter 23 triples en el segundo partido, se quedaron en apenas 84 puntos, todavía sin un Jimmy Butler que aseguró que conseguirían el 2-1 minutos antes de la derrota. El cuarto será el lunes, otra vez en Miami, donde Boston ha ganado 9 de sus últimos 11 partidos, incluyendo seis de los siete en playoff. Y un 3-1, volviendo a Boston, se pondría muy cuesta arriba para Miami sin dos de sus titulares. Porque solo Bam Adebayo, con 20 puntos y 9 rebotes, pudo marcar la diferencia anulado Tyler Herro (15 puntos, 5/16 en tiros). Victoria clave.

En la serie entre el primero y el octavo del Oeste, los Thunder llegaron a New Orleans y repitieron paliza. Está siendo, salvo el primer partido, la eliminatoria más desigualada de todo el cuadro con otra vez, con 14 puntos de ventaja al descanso, controlando el partido de principio a fin. Llegaron a dominar por 24 a principio del último periodo con otra vez Shai Gilgeous-Alexander siendo el mejor, esta vez rodeado por los 21 puntos de Jalen Williams y Josh Giddey, autor de cuatro triples. Lu Dort y Chet Holmgren se concentraron en las tareas defensivas, con el novato firmando cuatro tapones y Dort encargado de frenar a Brandon Ingram, la referencia ofensiva de New Orleans sin Brandon Ingram.

El 3-0 es el reflejo de la realidad, con Oklahoma siendo muy superior. Los Pelicans volvieron a quedarse por debajo de los 95 puntos, esta vez en 85, y sin llegar al 40% de tiro efectivo. Solo Ingram, con 19 puntos, y CJ McCollum con 16. La defensa de los Thunder está siendo diferencial ante un rival que no cuenta con su estrella, pero que podría despedirse el lunes de la temporada si no consiguen ganar por fin su primer partido en estos playoff. Y muchas cosas deberían cambiar para que suceda.

Otra historia es la serie entre Orlando y Cleveland, la más igualada. Tras el 2-0 de los Cavaliers, una vez se han mudado los partidos a Florida, los Magic han sido muy superiores. En el cuarto partido Franz Wagner se vistió de superhéroe, anotando en el tercer cuarto más puntos que Cleveland para darle la vuelta a un partido que tenían los Cavs controlado antes del descanso, y permitieron un parcial de 37-10 en el tercer cuarto. Anotaron solo 29 puntos en la segunda parte tras meter 60 en la primera en la mejor exhibición defensiva que ha visto Jamahl Mosley a sus jugadores. Aunque el protagonista fue Franz Wagner, y con diferencia.

El alemán y campeón del mundo se fue a los 34 puntos para liderar a los Magic al segundo triunfo seguido y empatar la serie. Compensó por los 9 de un Paolo Banchero que no estuvo en pista para el parcial de Orlando, con Jonathan Isaac, Markelle Fultz, Cole Anthony Moe Wagner, su hermano. Y la serie que se esperaba más igualada está siendo, por fin, la más equilibrada en el Este. Con diferencia además.