Se vistió de superhéroe D'Angelo Russell en el Crypto Arena la madrugada del viernes. El base, aprovechando la ausencia de LeBron y la lesión de Anthony Davis, se puso a los Lakers a las espaldas para sorprender a Milwaukee. Metió 44 puntos, su segunda máxima anotación de carrera, con nueve triples, igualando su récord en la NBA. Y 21 llegaron en el último periodo para evitar la remontada de Giannis Antetokounmpo y compañía. Los dos finales, a 5,2 segundos para poner por delante al equipo de Darvin Ham. Un tapón de Spencer Dinwiddie al triple a la desesperada de Damian Lillard hizo el resto: victoria de los Lakers, que sobreviven ante uno de los favoritos. Un partido que por emoción, implicaciones deportivas y nombres sobre la pista, fue de lo mejor de la noche.

 

De aquí a la mitad de abril, hasta que acabe la temporada regular, cada partido es una final para una tercera parte de la NBA. Equipos que luchar por el mejor seed posible, como Milwaukee en el Este, o los que buscan subir posición, como los Lakers sueñan con ganar cada jornada. Y cuando se cruzan, pasan cosas como lo visto anoche. Giannis metió 34 puntos, con 14 rebotes y 12 asistencias, en otro triple-doble para liderar a los Bucks al que se le vieron las costuras en la rotación. Lillard metió 28, con 12 asistencias, pero sin Middleton, el equipo quedó corto en el banco. Entre Bobby Portis y Pat Connaughton se combinaron para 31 puntos, pero ni Gallinari ni Beverley vieron el aro, injugables por momentos. Y es un aviso para los playoff.

Faltaba LeBron James, con problemas en el tobillo, que usó el partido como pasarela de moda para estrenar su nueva colaboración con el Liverpool. No era la única baja del partido, con Khris Middleton faltando para los Bucks y sin Christian Wood, Gabe Vincent o Jarred Vanderbilt. Aunque ninguna ausencia como el efecto que tuvo la lesión de Anthony Davis. El interior de los Lakers sufrió un golpe en el hombro izquierdo tras una penetración de Antetokounmpo, y tras un tiempo en el banquillo, volvió a pista sin poder usar el brazo al completo en todo el último periodo. Aun así, termino el partido con 22 puntos, 13 rebotes y 3 tapones, y fue un señuelo perfecto para liberar la tormenta perfecta que fue D'Angelo Russell en el último periodo.

Aterrizaba en el cuarto cuarto con 23 puntos (5/6 en triples) y 9 asistencias, pero su espectáculo en solitario no había empezado. La primera canasta llegó a los dos minutos y medio, un triple tras pase de Davis. Repetía al minuto y medio con otro lanzamiento de casi ocho metros, y cuando los Bucks cambiaban la defensa, empezaba a atacar el aro, marcado por Lillard. El tercer triple abría cinco puntos de distancia, pero un 11-4 de los Bucks le daba la vuelta al partido. Y ahí volvía DLo con otro triple para bajar a dos puntos y un 2+1 para poner a los Lakers a un punto de diferencia. Solo tenían que defender una posesión, algo que lograban de manera colectiva. Guion perfecto: Lakers uno abajo, 23 segundos de partido y balón para Russell.

Y como si fuera Hollywood, terminó en canasta. Buscó el cambio defensivo, bloqueo directo y perdió gran parte de la posesión comiendo tiempo del reloj, sabiendo cuando atacar. Dejó a Lillard atrás, corriendo hacia Brook Lopez antes de frenar en seco y lanzar una bomba que acabaría decidiendo el partido. Porque los Bucks no pudieron ni mirar el aro, con Spencer Dinwiddie taponando el intento de Dame. Y pese a no tener a LeBron, a la lesión de Davis y el partidazo de Giannis, los Lakers se quedaron con el triunfo. Tras seis victorias seguidas, los Bucks suman dos derrotas en California antes de visitar esta misma tarde a los Clippers. Es la magia de la NBA, que cada noche es una historia.

 

Perdieron Orlando, Miami y Philadelphia respectivamente. Los Magic lo hicieron ante New York en el Madison, unos Knicks que dejaron al equipo de Paolo Banchero en 74 puntos y recuperan la cuarta posición. La vuelta de Jalen Brunson, con 26 puntos, y la importancia de Precious Achiuwa en la pintura con 15 tantos y 14 rebotes, fue la diferencia ante unos Magic que metieron 35 puntos en la segunda parte. Los Sixers sucumbieron ante New Orleans, que se aprovecharon de la ausencia de Tyrese Maxey. Tobias Harris (21 puntos) fue el mejor ante unos Pelicans que tuvieron a Zion Williamson haciendo sangre en la pintura. Al descanso la diferencia era de 32 puntos, y aunque los Sixers se llegaron a poner a cinco, siguen cayendo en el pozo del Este. Séptimos, por detrás de los Heat que sufrieron ante el mejor equipo del Oeste.

 

 

La victoria de los Thunder, sumado a la derrota de Minnesota en Cleveland, deja un nuevo líder en la conferencia. Con Shai Gilgeous-Alexander como referencia en ambos lados de la pista, autor de 37 puntos, 6 asistencias y un +17 en pista, Oklahoma reclama el trono. Jimmy Butler se quedó a dos asistencias del triple-doble, con 20 puntos y 10 rebotes, aunque Jaime Jazquez, con 25 desde el banco, fue el mejor de los Heat. Miami sigue sexto, pero el peligro del play-in acecha. Los Timberwolves, por su parte, en el segundo partido sin Karl-Anthony Towns, cayeron en la pista de los Cavaliers. Necesitaron tiempo extra y una actuación memorable de Jarett Allen, con 33 puntos y 18 rebotes, además de otros 34 de Garland para seguir en la segunda posición con la derrota de Milwaukee en Los Angeles.

 

 

Mucha menos historia en los otros tres partidos, sin equipos de playoff involucrados. Ganaron los Wizards, la décima victoria de la temporada, ante unos Hornets que están tan abajo como cualquier otro. 28 puntos de Kuzma y 32 de Miles Bridges en un duelo de la parte baja. En Memphis, con Santi Aldama titular para los Grizzlies, los Hawks se llevaron el triunfo. El canario terminó con 13 puntos, aunque no pudieron hacer nada contra Dejounte Murray y sus 41 puntos. Atlanta mantiene cuatro partidos de diferencia en la décima posición, la última para play-in en el Este. Cerró la noche Houston ganando en la pista de Portland. Jalen Green metió 27 y entre Sengun y VanVleet pusieron otros 37 para marcar la diferencia.