Nos las vendieron como unas finales avanzadas de la NBA, y no decepcionaron para nada. Boston Celtics, el mejor récord de la liga con amplia diferencia, y Denver Nuggets, vigente campeón mano a mano. Y como pasó en el TD Garden hace unos meses, se lo llevó el equipo que tiene a Nikola Jokic, aunque por poco. Porque los Nuggets dominaron desde mitad del segundo cuarto, pero nunca pudieron romper el partido del todo. La máxima fue de 12 en el último periodo, y los Celtics respondieron con un 15-6 para ponerse a solo dos puntos. Pero es en ese último minuto donde la experiencia de ser campeón cuenta, y donde tener en tus filas a Nikola Jokic ayuda. 

 

 

El serbio fue el mejor de los Nuggets, con 32 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias, además de decidir el partido en los minutos finales. Cuando los Celtics se pusieron a solo tres, arrancó su propia aventura. Anotó por encima de Porzingis sin dificultad, y tras el triple errado por Tatum, bajó el rebote y le puso el balón en las manos a Gordon para un mate que decidió el duelo. Ni siquiera los dos triples de Jrue Holiday, defendido por Jokic, pusieron nerviosismo en el dos veces MVP. Por algo es el mejor jugador del mundo y el favorito para llevarse el tercer galardón al mejor de la temporada, aunque acabó con problemas en el codo y podría tener una lesión, algo muy inoportuno a mitad de marzo.

 

 

No fue el mejor partido de los Nuggets, ni mucho menos. Denver rozó el 50% de campo y se quedó en 4/21 en triples, aunque falló solo un tiro libre y permitió ocho pérdidas de balón. Tampoco los Celtics tuvieron la noche perfecta. Jayson Tatum estuvo desaparecido de cara al aro, con solo 15 puntos. Los mejores fueron Jaylen Brown, con 41 pese al 7/14 en tiros libres, con 14 rebotes, y Kristaps Porzingis con 24 puntos y 12 rebotes. Porque las defensas volvieron a sacar su mejor versión. Secaron a Jamal Murray (19 puntos), dejaron a Boston por debajo del 46% en el tiro y los Celtics, además, fallaron 9 tiros libres en un partido donde perdieron por 6. Y por primera vez desde noviembre, derrotas consecutivas.

 

 

Y la realidad es que son los dos mejores conjuntos de la NBA. Es marzo, y queda mucha temporada regular, series de playoff y pueden pasar muchas cosas, pero el sentido común y la matemática apunta a unas finales entre Boston y Denver. Por ahora los Nuggets han barrido la serie, 2-0, siendo con Oklahoma el único equipo al que los Celtics no han podido batir (les queda uno ante los Thunder). Siguen primeros en el Este, con Denver tercero en su conferencia a un partido. Pero de aquí a junio puede pasar cualquier cosa.

 

 

 

Anthony Edwards se puso a los Timberwolves a la espalda, Luka Doncic consiguió otro triple-doble de 30+ puntos y, ahora sí por fin, la victoria ante Miami y para sorpresa de todos, ganaron los Pistons. Draymond Green firmó un triple-doble en la derrota de Golden State, Steph Curry dejó el partido lesionado y Domantas Sabonis lideró a Sacramento a un triunfo ante los Spurs. Porque mientras el mundo NBA miraba a Boston y Denver pelear de tú a tú en unas hipotéticas finales adelantadas, la liga seguía. Y todos los partidos de la noche fueron decididos por siete puntos o menos. 

 

 

Minnesota jugó el primer partido desde que se hizo oficial la ausencia de Karl-Anthony Towns. Visitaban Indiana y Anthony Edwards aterrizó con un objetivo claro, no perder. La estrella de los Timberwolves metió 44 puntos, además del tapón final sobre la bocina para asegurar la victoria, golpeando su cabeza contra el tablero en el proceso. Mantienen el primer lugar en el Oeste y abren hueco. Se mantienen los Nuggets en el top-3 y los Kings reavivan la lucha por la quinta plaza. Ganaron sufriendo ante los Spurs, con una canasta de Domantas Sabonis en los últimos segundos. El lituano fue el héroe con 31 puntos, 17 rebotes y 9 asistencias ante San Antonio sin Victor Wembanyama.

Siguen por delante los Suns, que ganaron ante Toronto todavía sin dos titulares. Immanuel Quickley jugó uno de los mejores partidos de su carrera, con 18 asistencias y 21 puntos, pero Kevin Durant anotó 35 para ganar. Le ayudó, sin Devin Booker, un Grayson Allen en estado de gracia desde la línea de triple con 8/14 y 26 puntos, más los 20 de Bradley Beal.

Gary Trent metió 30, pero los Raps siguen perdiendo. Quien por fin ganó, y se salvó de caer más abajo, fueron los Mavericks. De la mano de Luka Doncic y su triple-doble, con 35 puntos, 11 rebotes y otras tantas asistencias, rompen una racha de tres derrotas seguidas (y cinco en seis partidos) y mantienen la octava posición. Fueron, con diferencia, los más favorecidos por la derrota de los Warriors.

 

 

Que vieron como Chicago asaltaba el Chase Center y lo peor de todo, Steph Curry se iba lesionado antes de tiempo. El base, que acabó con 15 puntos, tuvo que retirarse con problemas en el tobillo y se le vio al final del partido con la pierna en hielo. Steve Kerr, al acabar el partido, no tuvo una actualización sobre el estado del jugador, pero se espera que en las próximas horas los Warriors envíen información. Porque la derrota duele, pese al triple-doble de Draymond Green con 11 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias, antes de irse expulsado por 6 faltas, pero un universo sin Curry abre un espectro de posibilidades horribles en San Francisco. DeRozan y Vucevic metieron 33 cada uno, liderando a los Bulls, y ambos siguen novenos en sus conferencias.