Un Dallas contra Boston no es un partido especial, no desde febrero del año pasado. Cuando los Mavericks se hicieron con Kyrie Irving, la rivalidad que la afición de los Celtics arrastra contra el base se mudó a Texas con él. En 2021, su segundo año tras dejar Boston, Kyrie y los Nets se enfrentaron contra la franquicia del trébol verde, y el jugador de origen australiano dejó varios gestos que no acabaron de gustar, el más destacado, pisar el logo del centro de la pista. Desde entonces, el TD Garden no le ha perdonado una y cada visita es un concierto de silbatos, cánticos y algún insulto desmedido. Y derrotas, muchas derrotas. Porque desde 2021/22, Boston ha ganado 10 seguidos, contando temporada regular y playoff, incluyendo el de anoche. Y solo en uno de ellos ha superado los 24 puntos o el 50% en tiros de campo.

 

Y es que anoche tampoco fue protagonista Kyrie. Los focos los robaron Luka Doncic y Jayson Tatum pre-partido, en parte por culpa de la propia NBA. Horas antes del encuentro, la liga publicaba el power ranking de la lucha por el MVP y tras un mes promediando casi triple-doble, el esloveno había bajado una posición. ¿A costa de quién? Su rival en el próximo partido, Jayson Tatum, cuarto en la carrera. Los dos respondieron al envite, con Doncic siendo el mejor jugador (37 puntos, 12 rebotes, 11 asistencias) y Tatum llevándose la victoria, con 32 puntos (10/19 en el tiro, 5/9 en triples) y 8 rebotes. 30 llegaron a partir del segundo cuarto. La dinámica de la temporada: Luka tiene mejores números, pero los Celtics son el equipo que suele ganar.

Y llevan ya 10 victorias seguidas. Es la racha más larga de la temporada para cualquier conjunto, y la mayor para Boston desde noviembre de 2019, cuando ganaron también 10 seguidos. Para encontrar una más larga hay que viajar a principio de la temporada 2017/18, en el debut de Kyrie Irving, cuando enlazaron 16 seguidos. Fue una para todos, con el quinteto al completo implicado. Kristaps Porzingis, jugando contra sus excompañeros, metió 24 puntos y Jaylen Brown puso 25, con 7 rebotes, 5 asistencias y sin perder un solo balón. Y entre Jrue Holiday y Derrick White se combinaron para 24 puntos, 15 asistencias y la defensa al dúo exterior de los Mavericks, que poco pudo hacer en la segunda parte.

 

 

 

Boston lideró desde el principio, pero fue un parcial de 21-10 tras ponerse a solo dos puntos en el tercer cuarto, que reventó el partido. Para entonces, la diferencia superaba los 20 puntos y los Celtics estaban por encima del 50% en el triple. De las ocho victorias en 10 partidos antes de visitar Boston poco quedó. Habían ganado a Oklahoma, Phoenix o los Knicks, pero estos Celtics son una bestia diferente. "El mejor equipo de la liga" decía Jason Kidd antes del encuentro, y lo demostraron una vez más. Mantienen ocho partidos de diferencia con el segundo, la misma a la que está Dallas de los Timberwolves. La diferencia es que los Mavericks se van a dormir octavos, en play-in y Boston tiene el mejor récord de la NBA.

 

 

 

Dos jugadores diferentes se fracturaron un hueso de la mano izquierda esta madrugada. El primero fue Scottie Barnes, en un golpe de su compañero Immanuel Quickley. Fractura del tercer metacarpo y baja indefinida para la estrella de los Raptors, que vio como Steph Curry llegaba a Toronto y prácticamente jugaba de local. Fue el primer partido de Steph en Canadá desde las finales de 2019 y el guion fue parecido: exhibición del base y triunfo de los Warriors. Metió 25 puntos, con 24 de Jonathan Kuminga y Golden State sigue subiendo. El Oeste se aprieta y mucho. El segundo fue Russell Westbrook, que tuvo que retirarse en la primera parte y será también baja a la espera de más pruebas. Los Clippers aplastaron a Washington y recortan distancia en la cabeza con 28 puntos de Harden y 27 de Kawhi Leonard en la vuelta de Paul George.

 

 

Recortan porque perdieron los Timberwolves. Un partido que dejó un detalle muy curioso: al descanso, Anthony Edwards fue baja por motivos personales tras jugar la primera parte. ¿La razón? El nacimiento de su bebé, que no quiso perderse. Sin su estrella, y con necesidad de una prórroga, los Kings asaltaron Minnesota pese a la baja de De'Aaron Fox, con los 39 puntos de Malik Monk desde el banquillo. Jaden McDaniels y el trío interior Rudy Gobert, Karl-Anthony Towns y Naz Reid fueron los mejores para los Wolves, que no han sabido aprovechar la derrota de Oklahoma ante los Spurs. Otra sorpresa, pero por el resultado del pasado miércoles, fue la paliza de New Orleans a Indiana. Los Pelicans dejaron a Halibuton en 0 puntos (0/7 en tiros) y 3 asistencias, con un -40 en pista. Brandon Ingram anotó 34 puntos en 30 minutos y Trey Murphy otros 28 desde el banquillo.

 

 

 

En el Este ganaron todos los de arriba. Cleveland lo hizo en Detroit, todavía sin Donovan Mitchell, pero con Darius Garland y Evan Mobley como referencias. Sufrieron algo más de lo previsto con los Pistons acercándose a 7 tras tener una máxima de 26, pero mantienen la segunda posición. Empatados con Milwaukee, que lleva cinco victorias seguidas, la segunda mejor racha de la NBA. Giannis desmontó a los Bulls con 46 puntos, 16 rebotes y un 16/22 en tiros de campo. El equipo de Doc Rivers empieza a funcionar y se consagra como la principal amenaza del Este ante los Celtics, sobre todo porque los Sixers siguen sufriendo. Ganaron ante los Hornets necesitando al mejor Tobias Harris de la temporada, con 31 puntos, y otros 33 de Maxey. El banquillo de Charlotte, liderado por Vasilije Micic sigue teniendo impacto positivo y los Sixers recuperan temporalmente la quinta posición del Este.