Escrito por JAVIER MOLERO
La situación en San Francisco no está siendo la esperada. Los problemas no hacen más que sumarse, y las soluciones no parecen llegar. Si ya estaban lastrados en el juego, la lesión de Stephen Curry (rodilla, será reevaluado en estos días), y la sanción a Draymond Green por el incidente con Gobert, no hacen más que alargar las malas noticias para Steve Kerr.
Derrota en casa ante Oklahoma (109-128), lo que supone la cuarta consecutiva (6-6), y el aumento de las dudas con respecto al proyecto. Esta noche, poco más que decir. Sin dos de sus mejores jugadores ante uno de los equipos más en forma del Oeste, unos Thunder que se han colocado 8-4.
Como dato, Jonathan Kuminga se convierte en el cuarto (sí, solamente cuarto) jugador de los Warriors que esta temporada alcanza los 20 puntos. Los invitados son inesperados, ya que en la lista están Stephen Curry, Dario Saric y el rookie, ex de la universidad de Santa Clara, Brandin Podziemski.
Pésimo nivel de las estrellas
El primer cuarto iba a ser un aviso de los Thunder. Los de Daigneault, en estado de gracia, hicieron rápidamente el silencio en el Chase Center con un 39-24 liderado por Shai y Jalen Williams. No existía respuesta local. Tan solo en congoleño y, a ratos, un Wiggins intermitente trataban de que hubiese partido.
Holmgren y un inspirado Isaiah Joe desde el banquillo, fulminante desde el triple (23 puntos, 7/7 de tres) castigaban una impotente defensa de Warriors. Sin Dray y Curry, es de esperar que aparezca Klay. Pues, como en toda la temporada, no lo ha hecho.
En 27 minutos, 5 puntos (1/10 en tiros de campo), para la otra gran estrella de la Bahía. Frustrado, con un carácter diferente, algo que llevamos viendo un par de temporadas, muy lejos de su nivel. Y Golden State lo nota en cada posesión.
El intercambio de canastas favorecía a los visitantes, y sería Shai (24 puntos, 7 asistencias) el encargado de cerrar el partido en el último cuarto. En unos Thunder que ilusionan, el base vuelve a colocarse como uno de los mejores jugadores de toda la NBA. Mención especial también al rookie Cason Wallace, un pegamento defensivo, que terminó con 10 puntos.
Chris Paul, de lo único salvable (15 puntos, 8 asistencias) para unos Warriors que dependen en demasía de Curry. Sin él, se pierden, se apaga la luz al final del túnel. Su baja y la de Draymond parecen obligar a olvidarse de competir a los californianos.