Algo que parece difícil de explicar sucedió en el cuarto partido de playoffs entre los Dallas Mavericks y los Golden State Warriors.

Cuando el reloj avanzaba cerca del final de la primera mitad del juego, cayó una lluvia torrencial en Dallas, algo común en esta época del año.

Lo extraño es que la lluvia comenzó a colarse por el techo del American Airlines Center.

Al principio, solo unas pocas gotas cayeron sobre la cabeza de los fanáticos, quienes incrédulos levantaron la vista para tratar de ver de dónde venían.

Sin embargo, en cuestión de minutos, el goteo llegó al suelo y, al ser continuo, generó un charco que impidió la reanudación del juego durante varios minutos.

Mientras un equipo de mantenimiento trabajaba para tapar el agujero en el techo de la instalación deportiva, se colocaron unas toallas en el piso para evitar que la madera se mojara.

Mark Cuban se sorprendió

Lo más doloroso del caso es que el mismo Mark Cuban, dueño de los Mavericks, no podía creer lo sucedido, pues se invirtieron $420.000.000 en el American Airlines Center y luego de dos décadas de haber abierto sus puertas, por falta de mantenimiento, está goteando.

Afortunadamente, el incidente solo será parte de una de las muchas anécdotas que giran en torno a los playoffs de la NBA, ya que el trabajo oportuno y eficiente del personal puso fin a una filtración importante.