Se aproxima el momento de la verdad para Phoenix Suns y se acumulan las noticias esperanzadoras. Con un margen muy notable de triunfos respecto a sus inmediatos perseguidores, los vigentes finalistas de la NBA son conscientes de que esta temporada es su gran oportunidad, quizá la última. No es sostenible que Chris Paul pueda mantener este nivel mucho tiempo más, ni que puedan mantener en pleno a todas sus estrellas, existiendo la incertidumbre de la continuidad de DeAndre Ayton, por lo que necesitan encontrar todas las piezas posibles para poder completar el puzzle en las próximas semanas, superar la baja del veterano base y llegar a la postemporada en plena forma. Cameron Johnson puede ser el factor determinante para conseguir el ansiado premio.

Consumado tirador desde posiciones abiertas, el bueno de Cam no ha dejado de evolucionar y parece haber alcanzado un nivel de madurez excelso a sus 26 años. Con ese corpachón que tiene y una potencia y agilidad de movimientos que ha ido a más, está siendo capaz de amenazar desde fuera, jugar al poste medio y poste bajo con eficacia, e incluso, rotar la pelota con agilidad. Con su última actuación de 38 puntos ha batido récords históricos en la liga en cuanto a anotación y eficiencia. Tener un jugador de este calibre saliendo desde el banquillo y pudiendo dar minutos de reposo a Paul y Booker se antoja fundamental para la lucha por el anillo.

 

No es un base puro, pero puede ocupar cualquiera de las tres posiciones del backcourt, amoldando sus condiciones al bienestar del equipo y brindando sus servicios con tremenda generosidad. El diferencial para que Phoenix Suns pueda conseguir acortar el espacio hacia el anillo puede ser el rendimiento creciente de este tipo de jugadores, siendo Payne y Shamet otros jugadores relevantes en la rotación, aunque Cameron Johnson parece por encima en cuanto a las prestaciones que puede ofrecer.