Los Phoenix Suns siguen a todo tren en la Conferencia Oeste y anoche machacaron a los Golden State Warriors para encadenar su 17º triunfo consecutivo, una cifra que iguala el récord de la franquicia. Tuvo más mérito la cosa después de la lesión de Devin Booker, que se retiró dolorido a seis minutos del descanso del partido que ganaron por un cómodo 104-96 en Arizona.
La estrella del equipo se quejó de la zona isquiotibial de su pierna izquierda después de una penetración hacia canasta y abandonó el encuentro tras constatar que no era poca cosa.
En enero de 2021, el jugador ya sufrió una lesión muscular en la misma zona que le obligó a perderse cuatro partidos de la pasada campaña.
Antes de abandonar el partido, Booker contribuyó con 10 puntos, 2 rebotes y una asistencia en 15 minutos al importante triunfo del equipo, que se sitúa ahora como líder de la NBA.