La Conferencia Este de la NBA tiene ante sí un reto mayúsculo esta temporada. Dos equipos que se saben superiores al resto y una clase media cargada de talento y a la espera de cualquier desliz para dar el salto. El trofeo de campeón volvió al Este el curso pasado y las demás franquicias lo miran con recelo.

 

Milwaukee Bucks y Brooklyn Nets acaparan todos los focos en este arranque de temporada. Los vigentes campeones y el equipo hecho por y para ganar. Ellos dos son los máximos candidatos a reinar en su conferencia y plantarse en unas hipotéticas Finales de la NBA. Sin embargo, la temporada es muy larga y otros equipos pueden plantarles cara.

La clase media del Este empieza con los candidatos de siempre. Boston Celtics, Miami Heat o Philadelphia 76ers se presentan como la alternativa, un año más. Los de verde no han cambiado en exceso su confección de plantilla, han recuperado viejas piezas y buscarán dar un paso más en el desarrollo de sus jóvenes estrellas.

Miami probablemente sea el que mejor se ha reforzado este verano, al menos sobre papel. Los de South Beach ya pisaron las Finales el año de la burbuja y quieren repetir. Los Sixers tienen más problemas. Todo dependerá de si Simmons vuelve, de cómo vuelve y del impacto que su vuelta tenga. Muchas dudas e incógnitas para un equipo con un techo muy alto pero un abismo aún mayor.

Detrás de estas franquicias tenemos a los aspirantes al alza. Atlanta Hawks, New York Knicks o Chicago Bulls. Los primeros dos llevan unos años construyendo su equipo a base de talento joven y un fantástico trabajo en los banquillos. El año pasado ya dieron muestra de cómo de lejos pueden llegar y este curso amenazan con dar la campanada y cargarse a uno de los grandes.

El caso de Chicago es diferente. Han pasado de quedarse fuera de playoff a montar un equipo cargadísimo de talento. Las firmas de Ball, DeRozan y Vucevic han sumado galones a un proyecto capaz de dar más de una sorpresa esta temporada.

Por detrás, al borde del play-in, se quedan otros equipos que podrían entrar pero también fracasar. Indiana Pacers y Toronto Raptors solían ser dos habituales en los playoff. No obstante, la cantinela ha cambiado y ya lo vimos el año pasado. Entrar en la post-temporada se paga muy caro y no se puede fallar.

Abajo quedan, en mayor o menor medida, equipos que no podrán competir con los mencionados hasta ahora. Orlando Magic, Detroit Pistons o Cleveland Cavaliers están inmersos en reconstrucciones largas y tediosas. Se llevarán alguna alegría pero estarán de vacaciones en primavera. Wizards y Hornets completan una Conferencia con los escalones muy bien delimitados.

La temporada se presenta apasionante. Los candidatos al anillo no pueden relajarse y los aspirantes a dar la sorpresa están al acecho. La NBA será testigo, en su 75º curso como liga, de una lucha encarnizada por volver a sentarse en el trono del mejor equipo del planeta.