La Conferencia Oeste de la NBA siempre ha sido fuente de espectáculo. No importa que luego el campeón venga del otro lado del país, porque la lucha encarnizada por el título siempre se da aquí, en el salvaje oeste.
Este año, y quizás más que nunca, hay demasiados equipos. Ni siquiera el formato play-in va a poder satisfacer a todas las franquicias que creen que es su hora y, probablemente, estén en lo cierto. Más de diez equipos parten con sus miras puestas en playoff y más de uno deberá afrontar un desenlace decepcionante en primavera.
Por arriba los de siempre. Las dos franquicias angelinas y un par más. Los Angeles Lakers y Los Angeles Clippers son dos de los grandes favoritos a estar entre los primeros puestos del Oeste, un año más. Para los de oro y púrpura supone la confirmación de un buen verano, un proyecto de ahora o nunca y, quizás, la última oportunidad de LeBron James.
Para sus vecinos, la prueba final de que son más que capaces de dar la talla sin su superestrella, Kawhi Leonard. Sin embargo, no están solos en la cumbre. Dos de las sorpresas del curso pasado buscarán afianzar sus propios proyectos esta temporada.
Phoenix Suns y Utah Jazz demostraron que los pequeños también pueden competir con los gigantes. Unos terminaron con el mejor balance de la liga en temporada regular; otros estuvieron a un paso de levantar el trofeo de campeón.
Por debajo hay toda una clase media que se extiende hasta los abismos. Es difícil trazar una línea entre aquellos equipos que podrían acabar entrando y los que seguro no lo harán.
Nos encontramos a unos Warriors que recuperan efectivos, unos Mavericks en constante crecimiento o unos Nuggets buscando dar, de una vez por todas, la campanada. Todos tienen argumentos para pelear con los de arriba. ¿Lo conseguirán?
Al borde del precipicio, luchando por esos últimos puestos de acceso al play-in, encontramos a más equipos llenos de talento. Memphis y New Orleans acumulan talento joven pero les falta experiencia. Portland y San Antonio están en plena reconstrucción pero nadie se atreve a dejarles fuera. Incluso los Timberwolves creen que ya es su hora... Otro año más.
¿Quién queda fuera? Pocos. Quizás los Thunder y Rockets, abocados a una reconstrucción con mil piezas de paso jóvenes. Y aún así, en este loco Oeste, no puedes dejar a nadie fuera ni dar su temporada por perdida. El espectáculo empieza en menos de una semana y el mundo entero está preparado.