Al acabar el Game 2 en Milwaukee, en el que los Raptors perdieron por 22 puntos, muchas miradas acusatorias se volvieron hacia Marc Gasol. Sus dos primeros partidos ante los Bucks habían sido malos, muy malos. En ataque no paraba de fallar y en defensa había perdido todo el protagonismo que le hace un jugador tan especial. Los rumores hablaban que Nick Nurse se estaba planteando dejarle en el banquillo para el Game 3 en favor de Ibaka, para tener un quinteto más ágil que pudiese hacer frente a unos Bucks que hasta ese momento tenían la eliminatoria donde querían.

Pero Nurse nunca llegó a sentar a Marc y el español se lo agradeció de la mejor manera posible. Volviendo a ser un jugador indispensable para el equipo. Su actuación en los dos últimos partidos partidos ha sido clave para que los Raptors vuelvan a estar con vida en la eliminatoria. En Milwaukee promedió 4 puntos, 8,5 rebotes, 3 asistencias y 1,5 tapones, con un -13 total en cancha y una horrible serie de 3/20 en tiros de campo. En Toronto sus números han sido 16,5 puntos, 8,5 rebotes, 7 asistencias y 3,5 tapones, con un +7 total con él en pista y un 11/21 en tiros de campo.

Esos son los números, que hablan por sí solos. ¿Y qué dicen las imágenes? ¿Qué es lo que realmente ha cambiado Marc en estos dos partidos? Para empezar, está empezando a ganar el enfrentamiento de Brook López, que hasta ahora había sido el único pívot que le había sacado los colores en estos playoffs. También está siendo más eficiente desde la larga distancia, pero lo más importante es que optando por hacer más cosas. Algo que parecía haber olvidado y que activa su capacidad de juego. Por ejemplo, asistiendo a Kawhi en acciones simples de poste alto-poste bajo. O también creando bloqueos para Siakam al trabajar sobre defensores más pequeños como Mirotic e Ilyasova.

También se ha podido ver una de sus grandes virtudes: la capacidad para generar situaciones ofensivas beneficiosas para sus compañeros. Este punto es importantísimo, ya que les quita mucha carga a Lowry y Kawhi a la hora de desarmar una defensa bien construida como es la de los Bucks. Parece que Marc ha superado sus peores momentos, aunque eso no quiera decir que los olvide: "En el segundo partido permití que mis frustraciones por el juego ofensivo afectaran a mi defensa y eso fue lo que realmente me hizo dar la vuelta a la situación... Así es la vida, ¿verdad? Te derriban, te levantas y tratas de hacerlo mejor", comentaba esta noche tras la victoria. No cabe duda que él ha mejorado y todo Toronto lo celebra.