Con 12 partidos en la NCAA, y siendo su temporada de debut, el español Rubén Guerrero ( 19 años, 2,11 m. de altura y 2,20 de envergadura ya es considerado en Estados Unidos un jugador susceptible de ser drafteado y con potencial NBA.

Tras perderse los cuatro primeros partidos del curso por lesión, y sufrir un periodo de adaptación lógico por el que todavía está transitando, el pívot andaluz está llamando la atención en South Florida.

El 2015 empezó a lo grande para el ex del Unicaja con su mejor partido en la NCAA, que acabó con 13 puntos (6 de 7 en tiros de campo), 7 rebotes, 3 tapones y 2 robos en el triunfo 58-50 de USF ante East Carolina.

En el siguiente encuentro los 'Bulls' se midieron ante los últimos campeones de la NCAA, Connecticut, ante los que sucumbieron 58-44 con 6 puntos, 4 rebotes y 1 tapón en 29 minutos de Guerrero, ya asentado en la titularidad.

En ese partido el pívot español se vio las caras y se las tuvo tiesas con Amida Brimah (13 puntos, 8 rebotes y 6 tapones), un gigante de 2,13 m. con predicciones de ser Top 20 del Draft en 2016.

"Me encanta... Guerrero es un gran jugador. Tiene muy buenas manos, atrapa todo lo que pasa a su lado. Creo que cada día va a ser un poco mejor y mejor", dijo a 'USF Sports Bulletin' sobre el español Kevin Willard, prestigiosos entrenador de la Universidad de Seton Hall, equipo ante el que Rubén logró 13 puntos y 4 rebotes.

En South Florida creen tanto en su enorme potencial que hasta consideran que el español podría ser el séptimo jugador de su historia en llegar a la NBA tras Gary Alexander, Chucky Atkins, Jim Grandholm, Dominique Jones, Solomon Jones y Curtis Kitcher.

"Rubén ha dado un gran paso al frente. Cada día está mejor después de acostumbrarse a jugar con su nuevo peso (ganó 13 kg. de músculo en verano) y olvidar las lesiones", declaró Orlando Antigua, el mediático entrenador de USF, al periodista Joey Knight.