A la NBA no se le caen los anillos por reconocer los errores arbitrales. De hecho, por segunda vez en 15 días, la Liga ha emitido un comunicado firmado por el presidente de operaciones de baloncesto, Rod Thorn, en el que se confirma que hubo decisiones erroneas que pudieron variar el desenlace de un encuentro. Curiosamente, los beneficiados en ambos casos han sido los Dallas Mavericks de José Manuel Calderón.

La primera vez sucedió el 30 de diciembre durante el Minnesota-Dallas. Con el marcador en 98-100, Kevin Love fue objeto de una clara falta por parte de Shawn Marion cuando intentaba levantarse en el último segundo para realizar el lanzamiento que podía forzar la prórroga. Los árbitros obviaron esa jugada, no hubo tiros libres y los Mavericks se llevaron el triunfo.

"Soy el tipo de jugador que si ves una falta, una falta obvia, la pitas. Y creo que era bastante, bastante obvia", lamentaba Love. Su entrenador Rick Adelman, fue más allá: "Me pregunto lo que habría pasado si les hubiera ocurrido a Nowitzki o a LeBron. Tal vez no consideran que Kevin es uno de los cinco mejores jugadores de esta Liga."

Y de nuevo, el señor Thorn tuvo que actuar para valorar la última jugada del duelo entre Dallas y New Orleans del pasado sábado. Con 110-107, los colegiados obviaron una falta de Monta Ellis sobre Austin Rivers cuando sólo faltaban seis décimas para el final del choque. De sancionarla, el jugador de los Pelicans habría dispuesto de tres tiros libres para intentar forzar la prórroga.

"Es duro tragar con esto cuando en la primera parte han pitado lo mismo a Nowitzki en el otro lado. No voy a echar la culpa a los árbitros de nuestro juego, pero esa última jugada no me gustó", se quejó el entrenador Monty Williams. El protagonista de la jugada, Rivers, fue cauto ante la posibilidad de ser multado: "Nunca me había pasado algo así, pero no quiero comentar nada de eso. No quiero perder dinero por esto. Fue una jugada desafortunada que a veces pasa en el baloncesto. Nosotros hemos cometido errores en la recta final, así que no es culpa de los árbitros".

Fuente:Diario MARCA