La NBA y el Joventut lloran la inesperada muerte del gigante ochentero Joe Meriweather

JUGÓ EN BADALONA EN LA TEMPORADA 87-88 TRAS 10 TEMPORADAS NBA

La NBA y el Joventut lloran la inesperada muerte del gigante ochentero Joe Meriweather

Joe Meriweather, jugador estadounidense que militó en el Joventut de Badalona a finales de los 80, ha fallecido a los 59 años. El pívot, que jugó 10 temporadas en la NBA, entrenaba al equipo femenino de la Universidad de la Park University.

MARCA.COM  15/10/13 10:18

Los aficionados del Joventut de Badalona aún recuerdan a aquel gigante con cara somnolienta que llegaba en el verano de 1987 para hacer pareja con el eterno Regginald Johnson. Llegaba de Italia con un cartel NBA inmejorable tras 10 temporadas fajándose con los mejores del mundo. Era Joe Meriweather, un pívot de 2,08 nacido en Phenix City, Alabama y que viviría en la Penya su última etapa como jugador.

El deporte de la canasta llora hoy por la pérdida de este trotamundos de la canasta, que apareció muerto en su domicilio de Columbus, Georgia, a pocos días (26 de octubre) de cumplir los 60 años. Las autoridades aún no han dado a conocer las causas de la muerte de este gigante que seguía vinculado al mundo del baloncesto como entrenador de la Park University en Missouri.

Meriweather se formó en la Universidad de Southern Illinois y fue elegido con el número 11 del draft de 1975 por los Houston Rockets, tras ganar el bronce con Estados Unidos en el Mundial de Puerto Rico de 1974. En su primera temporada con la franquicia tejana promedió 10,2 puntos y 6,4 rebotes que le valieron ser incluído en el mejor quinteto de novatos de la temporada.

Fue la primera de las 10 campañas que el pívot de Alabama completó en la NBA, repartidas entre Houston, Atlanta, Nueva Orleans, Nueva York y Kansas City. Tras promediar 8,1 puntos, 5,6 rebotes y 1,2 tapones por partida, decidió hacer las maletas y probar fortuna en el baloncesto europeo.

Primero en Italia, en las filas del Granarolo Bologna y un año más tarde, en 1987, en Badalona, en las filas de un RAM Joventut que le fichaba con la intención de dar un salto de calidad con su incorporación. Y aunque sus números fueron más que decentes (15,7 puntos y 8,6 rebotes) no terminó de acoplarse al juego del equipo y la Penya volvía a quedarse a las puertas de derribar los muros de Real Madrid y Barcelona.

Fue su última etapa antes de pasarse a los banquillos. Una aventura que ha quedado inconclusa debido a su inesperado fallecimiento, provocando la lágrima de los aficionados más ochenteros.

 

Fuente:Diario Marca