Jimmy Goldstein lleva más de 50 años acudiendo a la primera fila de los pabellones de la NBA y ha sido reconocido como el mayor fan de la NBA. No es complicado diferenciarle: vestimenta muy particular a la última moda (su pasión) con un sombrero de piel de cocodrilo normalmente y siempre muy bien acompañado por bellas modelos. Los entrenadores y jugadores acuden a saludarle y no es raro ver cómo ayuda a jugadores en sus ejercicios de tiro previos al partido.

Es un habitual de los partidos de los Lakers desde que era un estudiante de UCLA y pagaba 15 dólares por una localidad hasta ahora que paga más de 2.600 por partido. Desde entonces y pese a ser un habitual de los partidos de los Lakers ya era un anti Laker y lo explica en NBA.com: "Era un estudiante en Los Ángeles pero no iba a perder mi lealtad a mis Hawks aunque hubiesen dejado Milwaukee. Pensaba que si le iba mal a los Lakers mis Hawks tendrían más opciones y ahí el origen de mi sentimiento anti Laker. En silencio apoyaba al rival y aplaudía sus canastas aunque los fans a mi alrededor no aprobaran mi comportamiento".

Goldstein resume en tres puntos básicos su odio hacia los Lakers: "Uno, normalmente, apoyo al débil en el deporte. Dos, me gusta una liga equilibrada y los Lakers la desequilibraban fichando a tantas superestrellas como Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, Shaquille O'Neal (que se acordó de él cuando se retiró). Y tres, por naturaleza me separo de la manada así que si 19.000 personas anima a un equipo, yo al otro".

Goldstein cuenta que Chamberlain y él se hicieron muy buenos amigos y que el pívot le recriminó una vez su actitud pero que no cambió nada. También cuenta que su buena amistad con Phil Jackson se enfrió cuando se convirtió en entrenador de los Lakers y que Kobe "le instó a otra estrella de los Lakers muy amiga a que dejara de hablarme. aunque Kobe me sorprende de vez en cuando con un afectuoso 'hola'".
Pau Gasol siempre conversa con Goldstein a pie de cancha al igual que el resto de los ÑBA. Coincidiendo en el Europeo de Madrid 2007 Goldstein aseguró en MARCA que le encantaría tener una franquicia NBA con jugadores españoles y señalaba que Pau y él eran "muy buenos amigos".

Es habitual que Goldstein organice cenas y fiestas en su mansión, donde se rodó El Gran Lebowsky y acudan jugadores. Es uno de los más respetados en las canchas NBA aunque muchas veces se siente un incomprendido en casa.

"Muchos fans me ven en los partidos de los Lakers y asumen que soy un gran fan de los Lakers. Siempre viene alguien y me dice 'Oh, tú eres el gran fan de los Lakers'. Y yo les respondo: 'No, soy un fan anti-Lakers'. No entienden que uno vaya a los partidos simplemente por disfrutar de este deporte. hay algunos fans que de forma educada me restriegan las victorias de los Lakers y yo se las devuelvo, pero hay muchos que no les gusta mi actitud... como ese relaciones públicas de un pub que no me dejó entrar porque yo odiaba a los Lakers"

Fuente:Diario Marca